En medio de las protestas antirracistas que se han suscitado en diversas partes del mundo, varias historias de abuso policial han salido a la luz, tal es el caso de Javier Ambler II, quien murió tras recibir descargas con una pistola eléctrica.

 

El acontecimiento ocurrió en marzo del año pasado, cuando el hombre afroamericano iba camino a su casa en la ciudad de Killeen y una patrulla le ordenó detenerse por no apagar las luces largas. El conductor no hizo caso y comenzó un persecución que duró casi media hora.

 

Amber finalmente se detuvo y salió de su vehículo pero no se se tumbó inmediatamente en el suelo, por lo que recibió una descarga con una pistola eléctrica. Ambler cayó y trató de levantarse, pero en ese momento recibió disparo de otro policía. Una tercera descarga se dio cuando el hombre se resistió a ser esposado.

 

“Señor, tengo insuficiencia cardíaca congestiva, no puedo respirar”, expone Ambler a los oficiales, quienes hacen caso omiso y disparan con el táser por cuarta vez.

 

El sujeto perdió el conocimiento, los policías trataron de reanimarlo hasta la llegada de los médicos. Su muerte fue confirmada posteriormente en un hospital.

 

Una autopsia reveló que murió por homicidio causado por la restricción forzosa, que agravó la insuficiencia cardíaca congestiva que padecía y su enfermedad cardiovascular hipertensiva vinculada con la obesidad.

 

Una investigación interna realizada el año pasado concluyó que no hubo ninguna violación de las reglas del uso de fuerza por parte de Johnson ni de sus compañeros.

 

Recientemente The Satesman y KVUE han obtenido una grabación que muestra como fue el incidente, por lo que una nueva investigación se realiza por parte de la unidad especial indagatoria de la Policía de Austin (Texas) y la fiscal del condado de Travis, Margaret Moore.

 

 

Con información de RT.

 

CS