España, como decenas de países en el mundo, vive hoy en día la disyuntiva entre ampliar las medidas restrictivas y de confinamiento para frenar la propagación de la enfermedad Covid-19, o implementar esquemas de reapertura económica y actividades comerciales y sociales, ante la presión de quienes reclaman por afectaciones casi irreversibles en sus patrimonios.

En plena disonancia, el presidente Pedro Sánchez anunció ayer que el país estará en luto nacional en cuanto se declare la Fase 1 del relajamiento de la cuarentena generalizada, pero también que el estado de alarma durará 15 días más.

Actualmente ya hay ciertas franjas horarias para que la población realice actividades en la vía pública; mediante ellas se separan a las personas menores de 14 años y a los adultos mayores de la población en general.

En Madrid, que junto con Barcelona concentra más de la mitad de los decesos de toda la nación (25 mil 613 hasta ayer, según la Organización Mundial de la Salud), vive Claudia Orozco Miranda, mexicana que viajó al país de la Península Ibérica para estudiar un posgrado desde hace tres años, pero permaneció más tiempo del planeado y este 2020 la sorprendió la emergencia sanitaria mundial, lejos de casa.

Infografía: Xavier Rodríguez

“Mi madre y hermana llegaron a España el 5 de marzo con la idea de viajar juntas, pero inició todo esto y tuvieron que volver antes de tiempo. Les pude acompañar al aeropuerto, pero ya había policías cuestionando la razón del traslado, mucho control, y eso, la verdad, espanta”, relata la joven en entrevista con 24 HORAS.

“A mi vuelta había soldados en la estación del Metro cerca de mi casa”, agrega, “ya era de noche, y en el camino no había ni un alma, desangelado, algo un tanto irreal”.

La sensación de tener a su familia lejos, narra, la hizo sentir vulnerable.

Desde entonces, mediados de marzo, el Madrid lleno de vida no lo vio más, “sólo un Madrid silencioso, un Madrid fantasma… curioso como de un día a otro nos cambió la vida, se apagó todo”.

Una vez superados los primeros días, con todo y compras de pánico, cada jornada a las 20:00 horas había un momento especial, recuerda.

“Los aplausos… daba ánimo ver esa unión, se sentía un nudo en la garganta, y se volvió recurrente dar las buenas noches de un edificio a otro. Esto me lleva a pensar que es momento de dejar de lado las diferencias y mejor unirnos contra este enemigo en común”.

Claudia conserva en su mente la imagen de los paramédicos en traje de astronauta subiendo a personas infectadas en las ambulancias, cuyas sirenas no cesaban algunos días. Incluso es probable que ella padeciera Covid-19, pues sus compañeras de piso sufrieron los síntomas, pero no pierde de vista lo que considera más importante: “No tener miedo, sino responsabilidad y solidaridad”.

 

Aunque la situación mejora, el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, asegura que es necesario mantener algunas restricciones de movimiento para mantener la infección bajo control

 

Virus, ataque contra EU, peor que el 11-S

Notimex

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó sus acusaciones contra China al definir al Covid-19 como “el peor ataque” que ha sufrido el país, y que la nación asiática pudo haber detenido.

El mandatario asoció el coronavirus con el discurso bélico durante una conversación en la Oficina Oval, al equiparar la pandemia con una ofensiva “peor que el ataque de Pearl Harbor”, en 1941, o que el ataque contra el World Trade Center, el 11 de septiembre de 2001.

“Nunca ha habido un ataque como este. Y nunca debería haber sucedido. Podría haberse detenido en la fuente, en China. Y no fue así”, dijo Trump, quien en los últimos días ha afirmado -en conjunto con su secretario de Estado, Mike Pompeo-, tener evidencia de que el virus se originó en un laboratorio en Wuhan.

El Gobierno chino ha respondido a los comentarios de la administración Trump sobre el origen del virus. Un periódico del Partido Comunista publicó que Pompeo sorprende al mundo con acusaciones sin fundamento.

Asimismo, el lunes el diario agregó que las acusaciones de Trump son una “guerra de propaganda sin precedentes”, para desviar la atención de la respuesta de su gobierno a la crisis sanitaria, de cara a las elecciones presidenciales de noviembre. China ha revirado que EU miente para eludir su responsabilidad.
LEG