"Prochelidella es un género de tortuga de agua dulce extinto, del período cretácico de Patagonia

Es el primer fósil de tortuga hallado con cabeza en el yacimiento paleontológico de La Buitrera, en la Patagonia argentina. Los restos deslumbraron a los científicos por la calidad de la conservación del cráneo, que se encuentra entre los que mejor se han conservado a nivel mundial, informó la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM).

La Patagonia argentina sigue revolucionando el mundo de las ciencias naturales con el hallazgo de nuevas especies prehistóricas. El descubrimiento de un cráneo casi completo de tortuga fue realizado en 2015 por un paleontólogo que se lo topó de manera imprevista mientras caminaba por el Cañadón de las Tortugas, un espacio dentro del destacado sitio paleontológico de La Buitrera, provincia de Río Negro.

“Desde entonces, se llevó a cabo un proceso de preparación, estudio y detalle del material que se fue encontrando y el descubrimiento salió publicado recientemente en la revista científica Journal of Systematic Palaeontology, en febrero de este año”, dijo a Sputnik el doctor en ciencias biológicas Ignacio Maniel, principal autor del trabajo académico.

Maniel, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en el Instituto de Evolución, Ecología Histórica y Ambientes (Idevea) de San Rafael, provincia de Mendoza, contó que la nueva especie fue bautizada Prochelidella buitreraensis, en referencia al lugar donde fue encontrado.

“Prochelidella es un género de tortuga de agua dulce extinto, del período cretácico de Patagonia, de hace unos 95 millones de años, y tienen la característica de ser pequeñas, 25 centímetros de longitud, y con una morfología particular en el caparazón que las hace distintivas”, explicó el paleontólogo.

Maniel describió que encontrar una tortuga con cráneo resulta un hallazgo extraordinario debido a que, generalmente, las cabezas suelen ser arrastradas por el agua luego de la descomposición.

Los restos de caparazón, vértebras y miembros encontrados junto al cráneo permitieron determinar que se trata de este género muy típico que habitó la región más austral del continente americano en un rango de hace aproximadamente 110 y 90 millones de años.

Desde que comenzó a estudiarse el sitio de La Buitrera, en 1999, se encontraron otros ejemplares de estas tortugas, pero este es el primero con cabeza, que además está especialmente bien preservado a pesar del paso de los milenios.

“Los quélidos, o tortugas de agua dulce, no tienen muchos restos craneanos en el registro fósil, solo algunos en Australia y acá en Sudamérica. Este cráneo está muy completo, solo le falta una región anterior muy chica y otorgó mucha información para entender la evolución de estos animales”, detalló el biólogo.

El yacimiento fosilífero de La Buitrera es objeto de estudios paleontológicos y geológicos que han permitido el hallazgo de una gran cantidad de especies del pasado, entre ellas, dinosaurios carnívoros y herbívoros, cocodrilos, esfenodontes, lagartijas, mamíferos de hocico largo, peces pulmonados y una serpiente con patas.

“Los estudios que llevamos a cabo desde hace 20 años en La Buitrera no podríamos hacerlo solos sino que contamos con aporte de organismos estatales y privados, como la [organización internacional sin fines de lucro National Geographic Society y particularmente la Agencia de Cultura de la provincia de Río Negro”, agradeció Maniel.

 

ica