Foto: Cuartoscuro / Archivo “Según estudios existentes, la entrada a la Fase 3 tardará entre cuatro y cinco semanas, lo que implicará una situación como la que viven Italia y España  

La entrada a la Fase 3 del nuevo coronavirus COVID-19 podría tardar de cuatro a cinco semanas, y dada la historia del padecimiento, es muy posible que México llegué a tener un alto número de casos graves, advirtió el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Jaime Bustos Martínez.

 

“Según estudios existentes, la entrada a la Fase 3 tardará entre cuatro y cinco semanas, lo que implicará una situación como la que viven Italia y España, donde las cifras de contagios y decesos son muy altos y la población tiene que quedarse en casa, incluso bajo toque de queda”, refirió.

 

Mediante un comunicado, explicó que si bien hay países que nunca entraron a la Fase 3 y mantuvieron un contagio con síntomas muy bajos, como Japón y Corea del Sur, existen naciones con mayor riesgo.

 

Tal es el caso de Italia, pues gran parte de su población es de la tercera edad, una de “las razones por la cuales el virus está matando más gente que en China”.

 

“En el caso de México es necesario considerar que el COVID-19 puede dañar más fácilmente a diabéticos e hipertensos y que muchos mexicanos padecen esas enfermedades, por lo que el número de casos graves también sería muy alto en  nuestro país”, apuntó.

 

En ese sentido, indicó que aunque se les ha recomendado a las personas con este riesgo no salir de casa, hay familiares que salen y pueden contagiarlas, debido a lo cual las medidas de higiene resultan fundamentales.

 

“Esperemos que nuestro sistema de salud pueda hacer frente a la pandemia, porque hay hospitales que no tienen recursos ni las mascarillas reglamentarias para hacer frente al virus. El discurso nos dice que vamos bien, pero lo que vemos a veces nos dice que no estamos tan bien”, señaló.

 

MGL