Las mujeres mexicanas se han hecho más visibles y audaces que nunca, este domingo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se llevó a cabo en la Ciudad de México una manifestación donde mujeres de todas las edades, etnias y creencias se hicieron presentes y alzaron la voz pidiendo justicia a los casos de feminicidios y protección a sus derechos.

Tanto feministas radicales como feministas pacíficas, a pesar de la discrepancia de ambos ideales en cuanto a la forma de manifestarse, llegaron a un solo fin: exigir que las mujeres dejen de desaparecer, dejen de ser violadas, violentadas en los espacios públicos y hasta en su casa.

Madres, hijas y abuelas gritaban “ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, “señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”, “somos malas, podemos ser peores y al que no le guste, se jode, se jode”, algunas de las consignas que se escuchaban en el trayecto de la manifestación.

Los colores más representativos de las manifestaciones que se llevaron a cabo en diversos estados del país fueron el color violeta, representando la sororidad y el feminismo; el negro para las radicales y el verde para exigir aborto legal, seguro y gratuito.

 

PL