El dólar interbancario alcanzó su nivel más alto desde enero de 2017, al cotizarse en 21.68 pesos, tras la guerra de petroprecios que desencadenó Arabia Saudita, al vender su crudo en diversas economías del mundo ante una decisión de incrementar su producción diaria.

Tras la apertura de los mercados en Asia, el tipo de cambio interbancario cotizó en 20.45 pesos por dólar, mientras que durante la sesión osciló desde los 20.30 y 21.68 pesos por cada billete verde.

De acuerdo con Bloomberg, Arabia Saudita planea comenzar a producir más de diez millones de barriles de petróleo al día a partir de abril, luego de que su alianza con Rusia dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se viniera abajo en la última reunión del grupo.

Tras un largo periodo de negociaciones, el ministro de Energía de Rusia, Alexander Novak, declaró que “a partir del 1 de abril, luego de la decisión tomada hoy, ningún país, ni de la OPEP, ni de la OPEP+, está obligado a reducir la producción de crudo”.

Lo anterior implicó el fin de la cooperación entre Arabia Saudita y Rusia, que ha apuntalado los precios del petróleo en los últimos años.

De esta manera, el país asiático desató un conflicto en la oferta del petróleo, que tocó su menor nivel desde 2016 y al mismo tiempo que aumenta su producción y le vende a naciones estratégicas, con la intención de ejercer presión para que Rusia.

Tan solo el pasado viernes, el crudo Brent cerró con una caída de 9,4%, su mayor descenso en un día desde la crisis financiera de 2008, y quedó en cerca de 45.27 dólares por barril, en tanto que el WTI concluyó en 41.28 dólares por barril.

Durante el domingo, el Brent se vendió hasta en 35.59 dólares por barril, mientras que el WTI se ubicó en 32.52 dólares por barril, cifras que significaron caídas por 21.22% y 21.85%, respectivamente.

CON INFORMACIÓN DE NOTIMEX

Finanzas públicas perderán su balance

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió que un entorno económico adverso, donde las fuentes de recursos son limitadas, el Gobierno tendrá nulo margen de maniobra y los recortes y subejercicios serán necesarios para mantener el balance público en orden.

Expuso en su análisis semanal que persiste la preocupación sobre las finanzas públicas y su sostenibilidad, especialmente a mediano plazo, sobre todo porque cada vez es más claro que el proyectado crecimiento de 2.0% en que se basó el presupuesto 2020 no se cumplirá y por lo tanto es muy probable que los ingresos públicos no alcancen.

Además, relató que tampoco se cumplirá la previsión de la plataforma de producción de petróleo de 1.951 millones de barriles diarios, por lo que es muy difícil que los ingresos petroleros logren su objetivo presupuestado.

 

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