La venta del avión presidencialJosé María Morelos y Pavón TP-01” implica riesgos no sólo para el Gobierno interesado en adjudicarlo a un posible comprador, sino también para quien disponga de recursos para adquirir la aeronave, ya que reconvertirlo en uso comercial saldría costoso y tardaría más de un año en concretarse, lo que limitaría su vida útil de operación.

En 2015, con la administración de Enrique Peña Nieto, a través del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), pidió a la firma Ascend Flightglobal Consultancy realizar un estudio de viabilidad de mercado sobre la aeronave Boeing 787-8, en caso de cumplir su intención de venta de la misma.

El documento del que 24 HORAS posee una copia, advirtió desde ese año que adquirir una nuevo avión tardaría por lo menos un año, debido a los trabajos de reacondicionamiento para su uso oficial-gubernamental.

A su vez, señaló que vender el TP-01 es igual o más complicado que adquirir una nueva aeronave con las mismas características y el mismo precio, aun cuando ésta pueda devaluarse casi 137 millones de dólares respecto a su costo original.

Refirió que si el avión presidencial fuese vendido y se buscara o adquiriera una aeronave gubernamental privada alternativa, habría que tomar en cuenta el detalle de sus interiores, segmento de mercado y condiciones económicas globales.

Precisó que el avión se adquirió en 2012 por 218.7 millones de dólares, que fue un precio atractivo para un Boeing teniendo en cuenta que se trata de un pedido de una sola aeronave, en tanto que el costo de sus acabados interiores privados está en línea con los estándares de la industria para aeronaves de este tamaño, que van desde los 75 hasta los 125 millones de dólares.

Subrayó que es muy improbable adquirir una nueva aeronave alternativa a mejores precios que la aeronave evaluada. De igual forma, el TP-01 es “adecuado”, ya que es una de las aeronaves con mayor eficiencia en costos disponibles al 2015, al mismo tiempo que cumple con los requisitos de desempeño necesarios para operar desde la Ciudad de México.

Al respecto, consideró que es probable que el costo de un avión que cumpla con dichos requisitos, de operación y aspectos gubernamentales, oscile entre los 250 y 350 millones de dólares, en tanto tardaría en entregarse más de tres años a partir del 2015.

LEG