En febrero, Morena presentará una iniciativa en el Congreso de la Ciudad de México, con el objetivo de limitar los amparos en el Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social Torito, al que son llevados quienes exceden el límite de 0.40 puntos en el alcoholímetro.

La misma iniciativa busca aumentar de seis a ocho los puntos perdidos en las placas de los autos conducidos por los sancionados, puntos que son necesarios para tener derecho a verificar.

En una entrevista para 24 HORAS, el diputado Nazario Norberto Sánchez detalló que la iniciativa es a efecto de que los infractores puedan ampararse sólo una vez (para no permanecer en el Torito), porque no se le puede negar el derecho de amparo a nadie, pero que en caso de reincidir les sea negado este derecho.

“Hay un grupo de Coyotes en el Torito, afuera te venden un amparo en seis, hasta ocho mil pesos; nosotros pretendemos de que sólo por una vez se puedan amparar, y si ya es por segunda vez ya no pueda proceder el amparo”, explicó el diputado.

Aseguró que las multas no aumentarían, pues el propósito de esta iniciativa es terminar con el coyotaje, debido a que hasta 40% de conductores se amparan y el dinero se va para los coyotes, aunque a final de cuentas tienen que ir a cumplir posteriormente sus 20 o 36 horas que se les impongan.

Con el objetivo de reforzar esta iniciativa, señaló que se van a entablar mesas de diálogo con abogados constitucionalistas y representantes de la sociedad civil.

En 2019, diez mil 20 personas, de las cuales ocho mil 989 son hombres y mil 31 mujeres, ingresaron al Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social Torito.

Los meses que presentaron más ingresos fue en agosto con 985 personas; noviembre, con 964, septiembre, con 932, y junio, con 918 conductores.

“Buenas noches, caballero, ¿tomó algo?”, pregunta el agente al primer conductor de la noche.

“Nada, poli”, contesta el ciudadano.

“Gracias, buena noche”, responde el policía.

Son las 22:00 horas del viernes, y agentes de la SSC han cerrado la circulación en una concurrida avenida de la colonia Roma, dejando sólo un carril para que pasen los conductores, uno por uno, en un reten del Programa Conduce sin Alcohol, más conocido como Alcoholímetro.

En un recorrido realizado por 24 HORAS, se constata como los conductores pasan a esta prueba, donde el agente observa sus ojos y percibe su aliento para, en caso de detectar algo extraño, enviar al automovilista con el médico legista.

Dicho médico forma parte del equipo para el programa en este punto, que incluye 12 policías con cuatro patrullas y una grúa, así como un representante de la Dirección de Derechos Humanos y otro del Jurídico de la SSC, además de un juez cívico.

Son cerca de las 23:00 horas cuando cae el primer conductor con aliento alcohólico, quien baja de su vehículo y pasa con el médico legista a una carpa cercana.

Ahí, el médico saca una pipeta nueva, índica al conductor que llene sus pulmones de aire y que sople… pero nada, el ciudadano tiene 0.35 puntos de alcohol en la sangre, cinco menos de los necesarios para ser remitido al Torito, por lo que puede continuar su camino.

Casi a la medianoche cae el segundo conductor con aliento alcohólico, a quien acompañan otras tres personas.

“Sólo me tomé una copa”, dice, pero la prueba del alcoholímetro marca 0.98 puntos, además de que casi se cae mientras camina.
El hombre es enviado al Torito por el juez Cívico y sus compañeros terminan por irse en Uber, mientras que el vehículo se fue al corralón.

LEG