Tan delicadas como un copo de nieve, así son las esferas que se fabrican año con año en los Pueblos Mágicos de El Oro, en el Estado de México y en Chignahuapan, Puebla.

Con 26 años dedicados a la elaboración de esferas navideñas, Magdalena Alvarado Mendoza, explicó que en su pequeño taller trabajan entre siete y ocho personas, que en promedio fabrican 70 mil piezas, y cuya producción en su mayoría es exportada hacia Estados Unidos.

Magda explica a detalle cómo, en su taller, desde marzo comienzan el proceso de producción: el primer paso del proceso en el que se da la forma a la esfera, posteriormente se realiza el plateado, que consiste en bañar el interior de las piezas con nitrato de plata.

Finalmente, pasan al proceso pintado y decorado, mismo que se realiza pieza por pieza, para lo cual su creadora ocupa lacas brillantes y mates en tonos pastel, también colores intensos, anilinas y diamantinas que las hacen una pieza única e irrepetible.

Ella aprendió los secretos de una actividad que en China se desarrolla desde hace más de dos mil años y que a México llegó en el siglo XVII, como parte de los festejos navideños católicos y del proceso de adoctrinamiento religioso español.

Otra mujer emprendedora y con gran empuje en El Oro es Leonor Colín Martínez, quien en su taller La Casa de San Nicolás, fabrica en promedio de dos a tres millones de esferas anualmente.

“La cantidad de esferas que se realizan en el taller va dependiendo del modelo. Si el modelo es muy difícil, se van elaborando aproximadamente de 20 a 30 esferas por día, por persona; y si es muy sencillo, se van realizando de 500 a 600 esferas por día”.

Su producción es principalmente para empresas e instituciones públicas y de Gobierno, que le hacen encargos directos para diseñar y crear –exprofeso- estas hermosas artesanías, y que este año tuvo un pedido especial para la Secretaria de la Defensa Nacional, el propio municipio de El Oro y algunos centros comerciales.

 

Chignahuapan elabora hasta 70 millones

Chignahuapan, uno de los pueblos mágicos de Puebla, cuyo nombre significa “en las nueve aguas” o “lugar de las nueve aguas” en náhuatl, ha cautivado al mundo con la producción de coloridas esferas que cada año adornan millones de hogares.

La historiadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Juana Belman Ortiz, refirió que esta localidad declarada Pueblo Mágico en 2012, elabora hasta 70 millones de esferas al año en sus casi 200 talleres artesanales.

De acuerdo con el INAH, la población de Chignahuapan se dedicaba a las actividades agrícolas, sobre todo al cultivo de maíz, cereales, habas y chile, sin embargo, el soplado de vidrio tomó fueza en la década de los 70 del siglo pasado y se convirtió en la principal industria local.

Chignahuapan es uno de los 217 municipios de Puebla y se ha distinguido por la elaboración de burbujas de cristal con técnicas tradicionales que reditúa tanto a los propietarios de los talleres como a la comunidad.

Al respecto, Belman Ortiz recordó que a Rafael Méndez Muñoz, michoacano de nacimiento pero poblano por adopción, se le atribuye la apertura de “Casa Méndez”, el primer taller de soplado de vidrio hacía 1970.

La investigadora del área de Paseos Culturales del INAH explicó que el trabajo abarca todo el año, no solamente en la temporada navideña, por lo que destacó la derrama económica generada por la venta, la distribución a la zona central del país y la exportación a diversos países.

Ejemplo de ello fue que esos adornos navideños engalanaron la Capilla de la Virgen de Guadalupe, ubicada en el subsuelo de la Basílica de San Pedro, en Roma, durante diciembre de 2011.

Aquella vez, un grupo de artesanos y autoridades locales donaron una base de hierro forjado con alambrada similar a un árbol repleta de esferas con imágenes de Guadalupana, que fue colocado en la capilla de la advocación mariana en las grutas vaticanas.

Belman Ortiz también se refirió a los atractivos de Chignahuapan como su gastronomía, historia, expresiones socioculturales y arquitectura en la que destaca la Basílica de la Inmaculada Concepción con una escultura monumental de más de 12 metros de altura, la más grande que se conoce en América Latina sobre esa figura.

Además resaltó que la plaza principal tiene dos puntos de interés: su quiosco de madera estilo mudéjar decorado con tonos azules y acres, único en Puebla, y la estatua de uno de los principales promotores de Chignahuapan, el extinto cómico Gaspar Henaine “Capulina”.

LEG