El primer año de la estrategia de seguridad pública celebra el hecho de que podrían haberse estancado las cifras delictivas. Sin embargo, existen varios “peros” que podrían marcar el inicio del año 2:

–No hay datos sobre lo que llaman “inflexión”: si es techo o si es coyuntural.

–Las cifras mensuales de homicidios y otros delitos son de fuero común, es decir, responsabilidad de gobernadores y alcaldes.

–Las cifras importantes de delitos corresponden a tareas de policías preventivos, no a la Guardia Nacional.

–Y la estrategia ha mostrado retrasos en tres rubros claves: profesionalización de policías locales, control de cárceles y la falta de modernización del sistema de justicia penal.

En todo caso, de confirmarse que las cifras podrían ser un techo máximo y que en los próximos cuatro meses podría darse una disminución real en el número de delitos, el resultado tendría que acreditarse al gabinete federal de seguridad, porque casi ningún gobernador o alcaldes ha podido presentar resultados positivos en la profesionalización de sus sistemas policíacos y de justicia.

Asimismo, esas cifras estarían mostrando también una reestructuración de las bandas delictivas: los cárteles han disminuido su violencia, con excepción de unos tres; y los delincuentes al menudeo que roban a ciudadanos en calles, casas y transportes andan de fiesta, porque las autoridades locales nada han hecho para reorganizar a sus policías.

La única forma de controlar la delincuencia en las calles es con mayor número de policías preventivos y con mejor capacitación y velocidad en la respuesta a las demandas ciudadanas de auxilio. Y, sobre todo, con mayor presencia física en las calles.

Las cifras mensuales de delitos son un indicador de tendencias, no un reporte consolidado de resultados. Falta un reporte mensual de delincuentes arrestados, procesados y sentenciados para saber si la baja de delitos es real o sólo de estadísticas.

 

Zona Zero

  • La amenaza del presidente Trump de caracterizar como terroristas a cárteles es eso: amenaza… y advertencia. Y busca obligar a México a regresar a la estrategia de arrestar capos como forma de debilitar organizaciones criminales. El modelo es el mismo de aranceles-migración que sí funcionó

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

 

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