La semana pasada a destiempo y en una sede alterna, igual que en los tiempos de Peña Nieto, los diputados federales aprobaron el Presupuesto 2020, que asciende a más de 6 billones de pesos, el más alto en la historia del país.
En un México que no tendrá crecimiento económico el próximo año, en el que 2019 de perfila como el año más violento de la historia, es incongruente ver cómo el gobierno federal le apuesta al reparto de recursos sin reglas claras de operación y no al desarrollo y a la disminución de la impunidad, principal causa de la delincuencia.
De esa manera:
A la Secretaría de Agricultura, la encargada de proteger al campo y ganadería, le quitaron 18 mil millones de pesos.
A la Fiscalía General de la República, encargada de la investigación de los delitos, le redujeron mil 500 millones de pesos, no obstante el nivel de 99% de impunidad que existe en el país.
A la Secretaría de Gobernación, encargada de mantener la gobernabilidad y estabilidad del país, le quitaron el 90.6% de su presupuesto.
Al rubro de infraestructura carretera, que permite la competitividad y el desarrollo económico, se le redujeron los recursos en 70%.
Al INE que tendrá la tarea de organizar la mayor elección en 2021, en la que se renovarán 3 mil 200 cargos, le quitaron mil millones de pesos.
En cambio la Secretaría del Bienestar, encargada de los programas sociales que otorgan dinero a los grupos vulnerables, tendrá 181 mil 400 millones de pesos.
Al programa sembrando vida se le asignaron 25 mil 131 millones de pesos.
A la Refinería de Dos Bocas en Tabasco, proyecto prioritario del Presidente, le fueron asignados 41 mil millones de pesos.
El salario del Presidente será de 2 millones 400 mil pesos anuales, aún con el incremento que tuvo este año sigue siendo más bajo que el de anteriores Presidentes.
Sin duda los programas sociales redituan en votos y eso lo sabe bien el Presidente López Obrador, por ello no es de sorprender que previo al año electoral más importante, el recurso destinado al gasto social, ese que se reparte entre los jóvenes, adultos mayores y grupos vulnerables, sea el más favorecido.
Y en Pregunta Sin Ofensa:
En su afán por incluir a la 4T en la historia del país, el Presidente hizo, en día hábil, un gran desfile para conmemorar el 20 de noviembre ¿Pero cómo hacer que su tan anhelada transformación sea para mejorar cuando 2019 está en vías de convertirse en el año más violento de la historia moderna del país?