Primero fue una invitación.

Luego una negociación interna.

Pero al final el esfuerzo quedó en fracaso.

Los panistas, reunidos en su Goan, intentaron formar un frente de estados.

De mandatarios estatales opositores se entiende, porque los de Morena jamás van a desobedecer a su caudillo.

Por ello tendieron sus redes hacia quienes creían afines en una lucha en doble vía: por mejor trato político y mayores recursos presupuestarios.

Al frente estaban los priistas por ser mayoría, mas no encontraron eco.

Acudieron a Enrique Alfaro, de MC, pero trocó su combatividad original por la supervivencia en Jalisco.

De los perredistas solamente queda el michoacano Silvano Aureoles, pero pelea solo contra la aplanadora centralista.

Y los priistas se entienden con la Federación por su cuenta, sin guía desde la avalancha de julio de 2018, y sólo encontraron el camino de los acuerdos individuales.

Y LOS ESTADOS PIERDEN

En estas condiciones, los estados son los perdedores.

Antes de hablar de los efectos, entremos a los antecedentes:

Previamente a la formación de su asociación, los gobernadores panistas buscaron a sus homólogos en busca de entendimiento y acuerdos.

El principal objetivo, les subrayaron los azules, sería actuar en unidad para la obtención de recursos a fin de mantener los fondos y las partidas.

Hubo impulsores destacados, como el queretano Francisco Domínguez, el guanajuatense Diego Sinhue y el quintanarroense Carlos Joaquín.

No hubo acuerdo porque, ya lo dijimos, los tricolores prefirieron ir individualmente por su cuenta y riesgo, y entonces fundaron su Goan.

Hoy, cuando la maquinaria de Morena en la Cámara de Diputados amenaza con arrasarlos –“no le cambien ni una coma” al presupuesto de 2020, es la instrucción al coordinador Mario Delgado-, intentan acercamientos.

Demasiado tarde.

Dadas las proyecciones, solamente recuperarán algunas partidas para seguridad pública y algunos otros rubros, pero sus montos no pasarán en términos reales de lo ejercido en 2019.

Ah, y mucho menos podrán ser intermediarios y meter mano en el destino de los recursos etiquetados desde San Lázaro.

El mérito será para ya saben quién.

SIGUE LA CRISIS EN PEMEX

1.- La crisis del hackeo a Pemex seguiría al menos una semana más, anunciamos aquí hace ocho días.

Pues bien, el problema persiste y no tiene para cuándo.

No se paga ni a quienes inutilizaron el sistema cibernético ni a quienes hoy chantajean para sacar mayor provecho económico.

Pero tampoco hay contratos, concursos, pago de salarios, liberación de recursos… nada.

Y 2.- el llamado corte de caja a mitad de sexenio es favorable para el gobernador oaxaqueño Alejandro Murat.

Tras lustros, ingresó al Congreso del Estado a entregar su informe sin pedir permiso ni recibir protestas o abucheos.

Anunció la creación de un campus de la UNAM para una matrícula inicial de acaso mil alumnos.

Convertirá un reclusorio en los suburbios de la capital en facultad de alto nivel y este mes se anunciará formalmente el Tren Interoceánico o Transísmico con inversión de siete mil millones de pesos.

Tras su informe, Murat declaró a los enviados un mensaje de fondo:

-Los programas sociales no son la solución para el desarrollo. Siempre los hemos tenido y no han cambiado el rostro de Oaxaca. Ahora, sin dejar de apoyar a los pobres, queremos instalar y echar a caminar motores para generar recursos y crecer.

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS.