Si por un momento se abandonara la tirria contra Felipe Calderón Hinojosa, a lo mejor de su sexenio podría desempolvarse una iniciativa que ayudó cuando menos a tener un diagnóstico del aparato de seguridad del Estado y sus plazos para solucionar problemas.

Luego del asesinato de Alejandro Martí, Calderón organizó un equipo para definir 74 medidas de reorganización del aparato de seguridad; lo interesante, como se vio como decreto en el Diario Oficial del 25 de agosto del 2008, fue que cada una de las medidas incluyó tiempo obligatorio de cumplimiento.

De haberse mantenido firme ese acuerdo, la realidad de la inseguridad hoy hubiera sido otra.

La negociación de ese acuerdo obligó a todas las instancias del Estado a comprometer tiempo formal de cumplimiento de compromisos. Así, el Acuerdo se significó por su calendario de realizaciones.

Poco después de la firma, el propio Calderón abandonó la supervisión del Acuerdo y todo regreso a la normalidad de la anormalidad. Pero en el acuerdo están las firmas de dueños de medios, empresarios, alcaldes, gobernadores, funcionarios de los tres niveles de gobierno.

Un compromiso entre los 74: establecer un sistema nacional de evaluación policial y para ello se fijó el plazo de seis meses. De haberse cumplido, a once años de distancia ya tendríamos un cuerpo policial confiable, profesional y efectivo para los tres niveles de Gobierno.

El Acuerdo de 2008 fue el esfuerzo mayor de Estado y sociedad para tratar de reorganizar la estructura de seguridad en los tres niveles. Hoy se requiere de un esfuerzo similar: enlistar las deficiencias, establecer las prioridades de corrección y sobre todo fijar un plazo de realizaciones. Todos los programas de seguridad del Gobierno de López Obrador podrían ser la base.

Así, el nuevo Acuerdo servirían para tener un catálogo de rendición de cuentas de la política de seguridad del Estado.

 

Zona Zero

Ahora Oaxaca: luego de Bavispe hubo ataques de grupos criminales en las ciudades de Chihuahua y Ciudad Juárez. Y ahora en Oaxaca, a quince kilómetros de la capital, un comando ilegal emboscó a una partida policiaca y asesino a cinco efectivos. ¿Alguien del gobierno está procesando esa información para llegar a una explicación?

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.