El presidente boliviano, Evo Morales, convocó el domingo a nuevas elecciones luego de que la Organización de los Estados Americanos (OEA) encontrara “irregularidades” al auditar los comicios de octubre en los que se impuso el mandatario, en medio de una grave crisis política.

El líder indígena Morales, que asumió el poder en 2006, ganó las elecciones del 20 de octubre, pero el conteo de votos se detuvo inexplicablemente durante casi un día, lo que provocó acusaciones de fraude y disparó protestas de la oposición, huelgas y bloqueos de carreteras.

Se decidió “convocar a nuevas elecciones nacionales que mediante el voto permitan al pueblo boliviano elegir democráticamente a sus autoridades”, señaló Morales en un anuncio a periodistas.

Además, el mandatario dijo que renovará la totalidad de vocales del tribunal supremo electoral, en respuesta al informe preliminar de la OEA difundido en la madrugada del domingo que mencionó las irregularidades en el proceso de octubre.

“Se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas. Esto lleva al equipo técnico auditor a cuestionar la integridad de los resultados de la elección del 20 de octubre pasado”, señaló la OEA en un comunicado de prensa en el que también habló de “manipulación”.

“En el componente informático se descubrieron fallas graves de seguridad”, añadió.

Según el informe, resulta “estadísticamente improbable” que, pese a ganar los comicios, Morales haya obtenido los 10 puntos porcentuales necesarios para evitar un balotaje con el liberal Carlos Mesa, quien resultó segundo.

Morales había acusado el sábado a la oposición de intentar un golpe de Estado en su contra y un líder opositor lo acusó de dictador, mientras las Fuerzas Armadas dijeron que no se enfrentarán con el pueblo.

Los oponentes del presidente, entre ellos Mesa y Luis Fernando Camacho -un líder civil de la ciudad oriental de Santa Cruz que se convirtió en un símbolo de la oposición- pidieron reiteradamente la renuncia de Morales.

Mesa dijo que Morales no debería ser candidato en unas nuevas elecciones después de que la OEA encontrara serias irregularidades.

“Sí le queda un ápice de patriotismo (a Morales) debería dar un paso al costado”, afirmó Mesa a periodistas.

Por su parte, Camacho dijo que planeaba marchar hasta la casa de Gobierno para entregarle al mandatario una carta de renuncia ya redactada para que firme Morales.

 

CS