En política, las palabras importan. Eso lo sabemos todos. Sin embargo, unos eligen, cual cobardes, desentenderse del peso y la intención de lo que sale de sus bocas. Y cuando esto sucede en la arena nacional, su potencial nocivo suele ser mucho mayor.

 

El caso automatico, el de Trump. Según el Consejo de Asuntos Globales de Chicago, su retórica antiinmigrante ha contribuido a radicalizar la postura de los votantes del Partido Republicano, prácticamente desde el lanzamiento de su campaña en 2015. Esto no suena sorpresivo, pero ahora, al estar respaldado en datos, puedo afirmar con mayor seguridad el punto de este texto: en su función más elemental, las palabras unen o separan, y aquellos políticos que escogen la segunda, están jugando con fuego.

 

De acuerdo con el estudio de 2019 (véase: https://bit.ly/34ilJJ4), en 2014, 55 % de los republicanos veían a la inmigración como una “amenaza crítica” para su país. En 2015, el año de la precampaña del “muro” y el comentario de “narcotraficantes y violadores”, subió a 64 %. Y para 2016, llegó a 67 %. Es decir, entre 2014 y 2016 creció 12 puntos.

 

No obstante, esto no es nada comparado con 2014-2019. En solo cinco años creció de 55 a 78 %; 23 puntos. Sí, las opiniones sobre la inmigración son multifactoriales. Pero pensar que Trump no fue crucial para su despegue es, sencillamente, ser un tonto útil para aquellos políticos y ciudadanos que usan palabras divisivas a la ligera.

 

La matanza de 22 personas, entre ellas 8 mexicanos, en un Walmart de El Paso, Texas, en agosto pasado, es solo la tragedia más visible de toda una cadena de odio desatada por Trump. Recordemos que parte del manifiesto del asesino hablaba de un “reemplazo cultural y étnico”, debido a la “invasión hispana”. Trumpismo puro y duro.

 

La violencia son solo palabras divisivas llevadas a su conclusión lógica. Al sur de los EE.UU., López Obrador tampoco ha entendido que sus palabras, tarde o temprano, van a generar violencia contra periodistas y/u opositores. O tal vez sí lo entiende. De ser este el caso, claramente no es alguien apto para gobernar en democracia.

 

@AlonsoTamez