El acuerdo parcial en su fase 1 permite al Presidente Donald Trump entrar al proceso electoral 2020 un poco más tranquilo. Llegar con riesgos de una mayor desaceleración de la economía, implicaría prácticamente la pérdida de las elecciones. Es costumbre que el americano sea muy sensible al momento económico para definir su votación.

Si bien la economía de los Estados Unidos ha visto una desaceleración en el ritmo de crecimiento, actualmente sigue siendo muy defensiva respecto al entorno internacional.

Está creciendo a ritmos de 2.0% anual, muy cerca de su promedio de los últimos 20 años. El efecto de la Reforma Fiscal ya pasó. Las empresas mantienen expansiones más normalizadas con una creación de empleo positiva pero reduciendo el ritmo de creación de nuevas plazas. En los últimos 12 meses se han creado 179 mil nuevas plazas, aunque hace un año era de 211 mil plazas.

El crecimiento de la economía se viene dando con una menor presión sobre la inflación al ubicarse en 1.7% al consumidor y 1.4% al productor, debajo del objetivo de la FED. En los últimos 20 años, el promedio de la tasa de referencia es de 1.6% anual. Por ello, consideramos que la FED seguirá actuando prudentemente. Es probable que en su próxima reunión a finales de octubre, decida reducir la tasa de interés otros 25 puntos base para ubicarla en 1.75%, esperando estabilizar la desaceleración.

No obstante, creemos que existen dudas sobre el beneficio real del Acuerdo Parcial Fase 1:

La respuesta oficial de China ha sido precautoria. Busca inclusive más reuniones previas a la firma del Acuerdo Parcial Fase 1 y no se ha referido a este progreso en las pláticas como un “acuerdo”.

Persisten las amenazas de mayores aranceles para diciembre. Steven Mnuchin, Secretario del Tesoro inclusive, insiste en la posible implementación de nuevos aranceles el próximo 15 de diciembre si el acuerdo no se ha firmado.

Se espera que se firme un acuerdo escrito hasta el 16 de noviembre. Hasta ahora, incluye la compra de productos agrícolas, evitar la depreciación de su divisa el yuan y la compra de aviones Boeing por el lado de China, mientras que los Estados Unidos suspendieron, al menos temporalmente, la imposición de aranceles del 25 al 30% para el equivalente a $250 mil millones de dólares que hubieran iniciado ayer, 15 de octubre.

Del 10% que ha faltado desde hace casi un año, permanecen diferencias estructurales que incluyen cambios en las leyes en China y que se han negado, como la transferencia de tecnología, propiedad intelectual, beneficio operativo y fiscal a empresas estatales y privadas.

Surgen mayores presiones que han intensificado el conflicto como las sanciones a empresas chinas, restricciones potenciales a visas, entre otros puntos.

Consideramos que China está desfasando los tiempos en espera del resultado electoral 2020 y Donald Trump no puede llegar con un conflicto creciente al proceso electoral. Es un “perder – perder” entre ambos países desde nuestro puntos de vista y por ello, los mercados han reaccionado gradualmente.

Estamos en espera de varios eventos importantes como el seguimiento del Brexit en días críticos pero que avanza hacia una probable “salida ordenada” y la respuesta de la Unión Europea a la imposición de aranceles, por parte de Estados Unidos para este 18 de octubre por $7,500 millones de dólares. Estos temas se verán seguramente en la cumbre de la Unión Europea este jueves y viernes próximo.