Foto: Reuters Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea se reunieron en Luxemburgo  

El gobierno de España anunció que “denegará nuevas licencias de exportación militar susceptible de ser utilizado en la operación en Siria”, acción con la que se adhiere a la restricción de venta de material bélico a Turquía que llevan a cabo Alemania, Francia, Holanda y Finlandia.

 

El Palacio de La Moncloa informó que el embargo va dirigido al armamento que pudiera emplearse en el ataque contra los kurdos de Siria, por lo que no incluye los contratos vigentes de las aeronaves de transporte A400M de Airbus, que son ensambladas en Sevilla, así como el buque de asalto anfibio LHD Anadolu, construido en Estambul con la participación del astillero público Navantia.

 

En un comunicado, La Moncloa avaló la posición de la Unión Europea en el tema y, de común acuerdo con los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa españoles, “condena” la intromisión turca en Siria debido a que “está teniendo desastrosas consecuencias humanitarias”, según un reporte del diario El País.

 

Consideró que esa situación eleva la cifra de refugiados y dificulta el arribo de ayuda humanitaria, además de que “pone en peligro la estabilidad y seguridad de la región”, y complica el proceso político que impulsa Naciones Unidas para lograr la paz en Siria, a la vez que “da nueva vida” a ISIS.

 

Respecto al contingente de 150 militares del Ejercito español, apostados en la frontera entre Turquía y Siria, el gobierno en funciones de España señaló que su permanencia en esa zona “se encuadra en una operación de la OTAN destinada a contribuir a la paz y la estabilidad de la región”, de acuerdo al sitio digital elpais.com.

 

La operación forma parte de un acuerdo con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que concluye el 31 de diciembre próximo y el gobierno español deberá evaluar si se prolonga hasta julio de 2020, como estaba contemplado, o lo retira.

 

Con estadísticas oficiales, divulgadas en el primer semestre de 2018, el mismo portal web refirió que España vendió material bélico a Ankara por un total de 162.5 millones de euros, equivalente a 9.5% del total. Los principales cuatro clientes de la industria militar española son Alemania, Francia, Arabia Saudí y Turquía.

 

El lunes, los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea se reunieron en Luxemburgo para evaluar la puesta en marcha de un embargo de armamento a Turquía, y se acordó que cada país tome su decisión sobre el tema con la promesa de reforzar el control de exportaciones de material de defensa y en apego al Código de Conducta de la UE, que impulsa “la paz, seguridad y estabilidad regional”.

 

 

 

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