La renuncia del ministro Eduardo Medina Mora, puso en alerta general a todos aquellos que piensan que se trató de una maniobra más del jefe del Ejecutivo para hacerse del control de Poder Judicial.

Aunque no se conocen los motivos por los que renunció el ministro, se da por hecho que fue el resultado de las investigaciones que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) realiza a varias de su cuentas bancarias, con énfasis en dos: una radicada en el Reino Unido y otra en Estados Unidos.

En ambos países Medina Mora fue embajador.

A medina Mora le restaban 11 años de ejercicio en el cargo, pero las denuncias sobre operaciones supuestamente sospechosas a su nombre, publicadas en junio pasado, lo dejaron vulnerable.

Lo más notorio fue ninguno de sus compañeros ministros ni el Consejo de la Judicatura Federal se solidarizaron con su defensa; nada dijeron hasta el momento.

Medina acusó la falsedad en la información –dijo que eran mentira y que las operaciones se realizaron en pesos y no en libras ni dólares-, pero ya había sido tocado por la vara de la duda.

Semanas después de la publicación, se le vio departiendo alegre con el resto de los invitados a la boda de la hija del abogado Juan Collado, a quien una resolución de Medina había permitido descongelar una cuenta bancaria por 10 millones de euros.

La historia de Collado es de sobra conocida.

Medina, es procurador general, ex secretario de  Seguridad Pública, ex director del CISEN, ex embajador, entregó a López Obrador su renuncia y ni siquiera la oficina de comunicación de la Corte pudo confirmarla la noche de ayer.

Lo importante de la decisión, que para los amlovers se trató de un  acto de justicia casi poética-, será determinar cómo se mantienen los equilibrios en la Corte, tan necesario a la hora de la discusión de asuntos de interés nacional.

López Obrador deberá proponer una terna para elegir al sustituto de Medina Mora; ya colocó antes a tres magistrados con lo cual sumaría 4 de 11, es decir, todavía no tendría la mayoría pero su grado de influencia en el pleno de ministros se irá extendiendo.

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La Comisión de Gobernación en el Senado aprobó que la consulta de revocación de mandato se realice en febrero de 2022, meses después de las elecciones intermedias del 2021.

El dictamen tiene que ser llevado al pleno pero, aparentemente, la oposición cedió en la fecha luego de que el propio López Obrador anunciara su disposición para aceptar la fecha propuesta por el Senado y que la consulta no sea promovida ni solicitada por el Ejecutivo sino por los ciudadanos.

Ya se verá más adelante cuáles son las condiciones y qué porcentaje de ciudadanos registrados en el padrón electoral son requeridos para solicitar la consulta.

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Lo que es no querer ver la realidad.

La jefa de gobierno de la CDMX Claudia Sheinbaum, anunció que el famoso cinturón humano se mantendrá para aquellas marchas que se anticipen “peligrosas”.

Por lo visto no le importó arriesgar la integridad física y emocional de los trabajadores que no fueron contratados para suplir a granaderos ni están entrenados para esa actividad.

Los trabajadores que formaron el cinturón el dos de octubre fueron amenazados con descontarles el día o incluso perder el empleo.

Ese fue el “espontáneo” heroísmo que presume Sheinbaum.