Prendas que se consideraban un atuendo de madurez, responsabilidad y elegancia, como la corbata, cada día la vemos más en desuso. Puede ser porque algunos hombres jóvenes y otros no tan jóvenes, la consideran formal, seria, de precio alto, incomoda, compleja en su uso y  requiere de muchos cuidados.

Lo mismo pasó con ellas. El llevar medias o pantimedias, se convirtió en una prenda poco práctica e incómoda.

Coherencia es la actitud consecuente de una persona en relación con una postura asumida. Lo que expresa corresponde a lo que piensa y cómo se conduce. Lo podemos expresar a la imagen personal en su actividad laboral de la siguiente forma.

Un ingeniero deberá darle prioridad en su vestimenta a la seguridad, utilizando en su quehacer, así como sus colaboradores, botas con casquillo, guantes, casco, lentes y accesorios con elementos visibles que hagan de la seguridad su prioridad.

En un hospital reconocemos de inmediato a los médicos y todo el personal que labora en cuidar nuestra salud. La bata blanca es parte de su identidad, desde mucho antes de tener el título, ellos la adoptan desde sus primeros días de clase.

Las empresas están cambiando su cultura organizacional; desde esta década la han relajado cada vez más, incluso en el área de recursos humanos existe la inquietud, ya que les preocupa que se ha llegado a un extremo de “fachas”, lo que hace que se pueda replantear, hasta dónde puede dejar la libertad de expresión personal o institucional.

Ellos visten de una manera informal, con pantalón de vestir, camisa, suéter o chaqueta. Por su parte, ellas se están librando de los a veces dolorosos tacones.

Es verdad que tiene sus ventajas, ya que al sintiese con mayor comodidad, se refleja una comunicación de mayor cercanía que puede traducirse a mayor confianza para romper barreras en la comunicación.

Es probable que, si vemos hombres vistiendo el traje completo, se nos viene a la mente el pensar que laboran en un banco, son abogados o tiene algún cargo directivo en una empresa o bien maneja valores e inversiones. Todavía nuestro cerebro relaciona la vestimenta formal con la seguridad.

Es indudable que la impresión que causa una persona que cuida los detalles al vestir, refleja mayor seguridad y da la impresión de éxito en lo que hace.

Prueba el elegir una prenda que sabes que te queda bien y observa tu actitud a lo largo del día. Es muy probable que hasta la forma en la que caminas sea diferente, esa sensación de bienestar la proyectas y los demás las perciben. Prueba con los siguientes consejos:

1. No necesitas vestir formalmente todos los días.

2. Elige prendas en relación a tu profesión, estilo personal y actividad cotidiana.

3. Para ocasiones especiales, elige colores que te favorezcan y hagan sentir bien.

4. Si tienes reuniones con personas tradicionales, elige una vestimenta que te haga lucir profesional. Prefiere colores oscuros que reflejan autoridad, combínalos con accesorios que den luz a tu rostro.

5. Para negociaciones, no olvides llevar un accesorio o prenda roja, que te hará sentir con mayor seguridad.

6. Elige las prendas que te hagan sentir cómodo y a la vez elegante, recuerda que en imagen menos, es más.

LEG