Si algo ha caracterizado a Rafael Nadal a lo largo de su carrera es la prudencia a la hora de medir sus éxitos. Y antes de debutar en el US Open no fue una excepción. El español protagoniza una batalla que se mantiene más ajustada que nunca junto a Roger Federer y Novak Djokovic por los Grand Slam. No obstante, apenas un margen de dos títulos separa al Big 3 con 20 coronas para Roger, 18 para Rafa y 16 para Nole.

La pelea está más ajustada que nunca. Hasta ahora no había tan poca distancia entre las tres primeras posiciones de cabeza en el ranking histórico de campeones de Grand Slam y todos pueden seguir añadiendo títulos a su palmarés. Los tres parten como principales favoritos en Nueva York y en el caso del español lo hará como el cabeza de serie No. 2.

“Es otro Grand Slam y no lo siento así”, responde Nadal sobre la posibilidad de jugarse en el US Open algo más que un título. “Al final se ha llegado a esta situación por la propia historia, jugando en cada torneo”, añade con una sonrisa sobre la mínima distancia marcada entre las tres raquetas. “¿Sabes qué pasa? No veo el tenis sólo de esta manera. Llego aquí y mi ilusión es darme una opción de competir bien y de estar preparado para darme una oportunidad de aspirar a lo máximo”.

Ese máximo al que se refiere Nadal sería su cuarto trofeo en la Arthur Ashe (2010, 2013, 2017). Pero el campeón de 83 títulos ATP Tour prefiere aparcar cualquier relación con la pomposidad, el confeti y los focos que marcan estos números históricos. “Es algo personal, no porque uno tenga 18 o el otro, 20. Cuando pienso en ese objetivo, no pienso en la historia sino en mi historia que consiste en darme una oportunidad más de competir bien en un torneo tan importante como el US Open”.

Su trayectoria reciente en el grande estadounidense invita a ser optimista. Acumula 12 victorias en sus últimos 13 partidos en el torneo, y tuvo que despedirse en semifinales del pasado curso por lesión (p. ante Juan Martín del Potro 6-7, 2-6). “Se me ha dado bien últimamente y es un torneo con una energía muy especial y muy potente”, señala sobre la última cita de Grand Slam del curso.

Además, sus últimos resultados invitan a pensar en las cotas más altas. En el único torneo que ha disputado desde Wimbledon, acabó levantando el trofeo. Fue en el ATP Masters 1000 de Canadá, donde consiguió ampliar su dominio en los torneos de esta categoría hasta los 35. Y, por si fuera poco, por tercer año seguido Nadal llega a Nueva York como No. 1 de la ATP Carrera a Londres.

“Creo que llego bien”, señala sobre su momento. “Tampoco puedo decir mucho más hasta que empiece el torneo, pero sinceramente en Montreal terminé de muy buena manera, fui de menos a más y acabé jugando un muy buen partido en la final”.

 

Este viernes se ejercitó a las 10:00 am durante una hora bajo techo con el sexto favorito Alexander Zverev, su hipotético cruce en cuartos de final, antes de acudir a los pies de la pista del Estadio Louis Armstrong atender a los medios de comunicación.

“Aquí me estoy sintiendo bien, entrenando bien durante toda la semana y espero estar preparado para hacer los tres días de entrenamiento que me quedan antes de empezar”, se sincera el español. “Tengo que terminar de apuntalar cosas, pero en general estoy contento con la manera en la que estoy trabajando y espero estar competitivo desde el comienzo”. Ese día ya está señalado el próximo martes frente a John Millman.