La situación en torno a la explosión de un misil de crucero durante una prueba nuclear la semana pasada en el norte de Rusia, ha hecho sonar las alarmas sobre una posible contaminación masiva por radiación.

 

Este martes, las autoridades de la ciudad de Severodvinsk ordenaron evacuar Nyonoksa, un pueblo ubicado a unos 30 kilómetros de la zona del accidente nuclear, a partir de mañana miércoles, de acuerdo con reportes de medios estatales.

 

 


“Se les pidió a los residentes de Nyonoksa que abandonaran la aldea desde el 14 de agosto”, indicaron los funcionarios rusos, de acuerdo con los servicios de noticias Interfax y Sputnik.

 

Poco antes, el Servicio Meteorológico de Rusia informó en su página web que los niveles de radiación en Severodvinsk aumentaron entre 4 y 16 veces tras la explosión del jueves pasado, que causó al menos seis muertos.

 

“A las 12:00 horas de Moscú (9:00 GMT) del 8 de agosto de 2019 en seis de ocho puntos de Svererodvink se registró un aumento de la dosis de radiación gamma de entre 4 y 16 veces en comparación con el nivel habitual para este territorio”, señaló un reporte del servicio, citado por la agencia informativa TASS.

 

El accidente, que de acuerdo con la organización Greenpeace aumentó 20 veces el nivel de radiación nuclear, estuvo vinculado a pruebas de “nuevas armas”, según reconoció el lunes el Kremlin, aunque omitió detalles sobre el carácter de esos ensayos.

 

El gobierno ruso ha descartado riesgos para la salud y ha asegurado que las instituciones “garantizan completamente la seguridad de los ciudadanos”; sin embargo, las medidas que han sido tomadas, y reportadas por la prensa, denotan que la realidad sería otra.

 

Los reportes de prensa han señalado asimismo que las personas atendidas por los médicos tras la explosión, han sido enviadas a Moscú para ser examinadas de nuevo, sin que dieran más detalles al respecto tras la supuesta firma de un acuerdo en el que se comprometieron a no ofrecer detalles.

 

TFA