Un análisis de grupo Paprisa, basado en los informes del Secretariado  Ejecutivo de Seguridad Pública, concluye que el pasado sexenio, encabezado por Enrique Peña Nieto, fue el más violento en la historia reciente del país, cuyo impacto mayor fue en la población joven de entre 20 y 35 años.

El estudio indica que en el gobierno de Peña Nieto (2012-2018) se registraron 157 mil 437 homicidios contra 121 mil 613 del sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), lo que convierte a la pasada administración en la más violenta de la historia del país.

De acuerdo con su diagnóstico, en los últimos seis años, la violencia se duplicó en la mayoría de entidades consideradas seguras, que se sumaron a la lista de las de altos índices de criminalidad.

El grupo Paprisa alertó que existen riesgos de que en el actual sexenio, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, la tendencia de violencia creciente prevalezca, e incluso, pueda aumentar.

“Recientemente el INEGI publicó la información sobre las defunciones por homicidios para el año 2018, de ello, se destaca que el sexenio de Enrique Peña Nieto es oficialmente el más violento de la historia reciente”, considera el informe.

De acuerdo con el reporte, “en los últimos seis años, los homicidios no sólo crecieron considerablemente, sino, que se concentraron en la población más joven”.

A su vez, “la violencia se duplicó en las entidades federativas principalmente en aquellas que históricamente no eran consideradas violentas, de acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública se espera que dicha tendencia prevalezca”.

En el presente sexenio, consideran que el principal reto es contener la violencia en estados con tendencia a la alza; sin embargo, la nueva estrategia del gobierno federal, se enfrenta a desafíos como la situación migratoria en la frontera sur o las protestas de agentes de la Policía Federal, que pudieran distraer el principal objetivo de la nueva Guardia Nacional: atender la crisis de violencia e inseguridad.

A siete meses de iniciado el nuevo gobierno, indican que “el incremento de la percepción de inseguridad, así como de la incidencia delictiva sigue siendo un importante problema público para el Estado mexicano, las cifras sugieren un notable estancamiento en materia de inseguridad, la tendencia que prevalece coincide también con la dinámica de violencia (…) particularmente el año 2018 es el que más defunciones registró en los últimos 30 años”.

La conclusión es que la violencia se ha presentado “entre la población más joven de 20 a 35 años, cifras que confirman un panorama complejo de violencia e inseguridad que ya son un problema estructural para México”.

LEG