La Iglesia católica, aseguró este domingo que los cambios que favorecen el auténtico crecimiento humano y dejan huella, “no son los que se dictan desde las ideologías y las dictaduras escondidas o disfrazadas, ni los que impone el mercado y la eficacia tecnológica”, sino que el hombre crece cuando se encuentra con otro corazón humano y con el corazón de Dios.

 

En la editorial del semanario Desde la Fe, la Iglesia destacó que si bien es necesario aceptar y ajustarse a las nuevas tendencias tecnológicas, no todas son útiles.

 

“Mucho se ha hablado sobre la supuesta necesidad de que la Iglesia y sus ministros se modernicen, de que se ajusten a los cambios, de que se utilicen los medios modernos y acepten nuevas tendencias. Y sí: las novedades son atractivas, sin duda. Pero no todas son útiles”.

 

Por ello, en el marco del 160 aniversario luctuoso del santo Cura de Ars, patrono de los párrocos, la Iglesia llamó a sus ministros a seguir encontrándose con el hombre de carne y hueso, “con el pecador común y corriente, con quien día a día sigue construyendo una familia, con quien hace grande una patria desde su trabajo cotidiano, con quien sufre y anhela, con el hombre de siempre y con lo sagrado y profundo de su conciencia”.

 

Llamó a cada presbítero y a toda la Iglesia a que a pesar de limitaciones y defectos, provoquen y favorezcan el encuentro del corazón humano y del Corazón Divino. “A eso se entregó san Juan María Vianney, concretamente con tantas y tantas horas de confesionario y con una predicación muy cercana al pueblo; de ahí que su experiencia y su ejemplo no dejarán de ser actuales, a pesar de cambios y transformaciones”.

 

PAL