Los líderes del sector autotransporte hicieron un llamado a las autoridades federales, para reforzar la seguridad en las carreteras del territorio nacional, ante el incremento en el número de asaltos con violencia que amenaza las utilidades de la industria, ya que anualmente se destinan casi 100 mil millones de pesos a la prevención de los delitos de robo a transportistas.

En entrevista con 24 HORAS, Elias Gamboa, el director de la Expo Carga, urgió a que el Gobierno “reconozca que hay un problema de inseguridad grave” en las carreteras y que gracias a ello, preste la custodia de ciertos tramos como el de Puebla-Veracruz o México-Querétaro, que son conocidos por su alto nivel de asaltos.

“Hoy en día es un riesgo ser transportista. La inseguridad en carreteras es un problema que se presenta en todo el país y nuestra industria atraviesa muchos retos, como los asaltos, que son la principal afectación”, dijo.

Según cifras de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), el robo con violencia al transporte de carga aumentó durante los primeros meses del año hasta 14%, al pasar de tres mil 199 actos con método agresivo a tres mil 652.

Este delito, ha causado que los transportistas tengan que invertir más en sistemas de seguridad y tecnología para prevención del delito, lo que suma costos directos por alrededor de los 95 mil millones de pesos, entre gastos directos e indirectos a los robos en carreteras, según la Canacar.

En tanto que Carlos Feliche, director de asuntos corporativos de Bacardí México, coincidió en que los tramos carreteros de Puebla-Veracruz son los más inseguros para cualquier actividad de transportación comercial, incluso la Ciudad de México y Tultitlán, en el Estado de México.

Sobre ello, destacó que parte de los atracos en este sector también se han suscitado en el momento de la descarga, por lo cual sugieren a sus conductores entregar la mercancía en grupos de apoyo para evitar percances.

También recalcó que el alcohol es una “mercancía caliente” para los ladrones de autotransporte, debido a que es un producto que se puede colocar en cualquier mercado sin necesidad de ofrecerlo, “lo pueden vender rápidamente a vinaterías, tiendas de abarrotes o más, y al mismo tiempo podrían ofrecerse (servirse) en bares, restaurantes o centros de consumo”, dijo.

 

Juan Ángel Espinosa

 

LEG