La semana pasada, el ex gobernador de Chiapas y senador con licencia Manuel Velasco, estuvo sondeando cómo estaba el ambiente en la Cámara Alta en busca de ocupar su escaño.

El chiapaneco se vio alentado a tantear el terreno luego de la renuncia de Germán Martínez a la dirección del IMSS y de que este solicitara reintegrarse al Senado.

Hasta antes de ese hecho, no había dado muestras de algún interés en ocupar su lugar en la Cámara alta, lugar por cierto que ocupa Eduardo Murat, hijo de ex gobernador de Oaxaca, José Murat.

Por cierto, desde el Senado, Murat ha sido uno de los legisladores que más se han adentrado en el tema del sargazo en Cancún y preparaba un foro internacional con expertos para encontrar una utilidad a esta alga.

El caso es que hasta el jueves pasado, en los pasillos del Senado se hablaba de la “inminente incorporación’’ de Velasco a su escaño…hasta que ocurrió la renuncia de la secretaria del Medio Ambiente Josefa González-Blanco Ortiz Mena.

Entonces se lanzó “un borrego’’ para colocar a Velasco en el lugar número uno de la lista de López Obrador para sucederla.

Velasco dejó al estado de Chiapas sumido en deudas y colocado en último lugar de desarrollo en el país pese a los cientos de miles de millones pesos que le otorgó el gobierno federal.

¿Hubo pacto con el gobierno de López Obrador para no tocarlo?

Juzgue usted si o no, si el actual gobierno estatal que encabeza Rutilio Escandón, teniendo pruebas del mal uso presupuestal –como aseguran diversos organismos locales-, no se ha dignado a tocarlo con el pétalo de una crítica, menos de una demanda formal.

Velasco traicionó al PRI y a su candidato presidencial y luego se volcó abiertamente a favor de López Obrador quién, después de las elecciones intermedias en el estado, lo había acusado de robarse la elección a base de billetazos.

Con esos antecedentes, el interés de la mañanera de hoy será conocer si pese a las protestas en su contra López Obrador se atreverá a designar a Velasco como nuevo secretario del Medio Ambiente, cuando en el país hay especialistas altamente preparados en el tema.

Hoy lo sabremos.

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Si la Cámara de Diputados por omisión, desinterés, estrategia o lo que sea no ha designado al contralor interno de la Cofece, ¿tienen validez legal los documentos firmados por un encargado de despacho nombrado por la presidenta Alejandra Palacios?

La pregunta vale porque Palacios designó a Cutberto Arteaga como “encargado’’ del Órgano Interno de Control cuando esa facultad es exclusiva de la Cámara de Diputados.

Cierto es que los diputados han enviado al final de la cola de asuntos pendientes ese nombramiento, pero en estricto sentido legal Palacios estaría abrongándose una facultad que no le corresponde.

Por eso el senador Cruz Pérez Cuéllar pidió a la Auditoría Superior de la Federación que se investigue si Palacios cometió una falta administrativa grave que incluso diera paso a la impugnación de su función como comisionada presidenta de la Cofece.

A ver.

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Sí hay desabasto de medicamente y sí había recorte de presupuesto para los instituciones de salud pública, a pesar del discurso oficial.

Los institutos de especialidades médicas lograron que la Secretaría de Hacienda les “descongelara’’ 2,400 millones de pesos que les había retenido por quién sabe qué causas y el desabasto fue reconocido por López Obrador que lo negó en varias ocasiones.

¿Será la última contradicción?