Foto: Cuartoscuro Se aprobó en la Cámara de Diputados en lo general el dictamen de la reforma educativa por 396 votos a favor, 68 en contra y una abstención  

El pleno de la Cámara de Diputado aprobó en lo general, y con mayoría calificada de 396 votos a favor, 68 en contra y una abstención, las modificaciones a los artículos 3, 31 y 73 en materia educativa.

 

En esta ocasión, al igual que en la votación del 24 de abril pasado, el Partido Acción Nacional (PAN) votó en contra del dictamen, de ese grupo parlamentario, únicamente el legislador Lenin Pérez Rivera dio su aval a la reforma.

 

Además de los panistas, también los legisladores Cynthia López (PRI), Carlos Morales Vázquez (sin partido) y Jorge Corona Méndez (PVEM), votaron contra el dictamen, mientras que José Ángel Pérez Hernández (PES) fue la única abstención.

 

Al fundamentar el dictamen, la diputada Adela Piña (Morena), reiteró que esta reforma es la más importante que se discutirá en la presente legislatura.

 

“La educación debe considerarse como un proyecto formativo de ciudadanas y ciudadanos que aspiren a vivir en libertad, que rompa los círculos de dominación y construya los mecanismos para alcanzar el bienestar de todas y todos”, dijo.

 

Esta reforma, detalló, abroga la Ley del Servicio Profesional Docente, y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, “institución que se encargó de perseguir a los maestros y la cual renunció a su autonomía constitucional para obedecer a intereses contrarios a la educación”.

 

Piña detalló que las modificaciones hechas quedaron establecidas en el Artículo 3, párrafo décimo donde se establece que los materiales, infraestructura y de los planteles educativos serán idóneos para contribuir a los fines de la educación.

 

Así como en el párrafo decimoprimero, en el que se enfatiza la importancia de las matemáticas y la lectoescritura en planes y programas de estudio, y se mejora la redacción al referir correctamente la educación sexual y reproductiva.

 

En cuanto a los artículos transitorios, la presidenta de la comisión de Educación precisó que los cambios son en el decimoprimero, que agrega la obligación para que el Ejecutivo Federal, en un plazo no mayor de 180 días, contados a partir de la entrada en vigor de las disposiciones defina una estrategia nacional de mejora de las escuelas normales para su fortalecimiento.

 

El decimocuarto, que precisa que la Cámara de Diputados aprobará en el PEF los recursos necesarios para dar cumplimiento a lo dispuesto en la fracción V del Artículo 3, respecto a la ciencia, tecnología y la innovación.

 

En el transitorio decimoquinto se ajustó la redacción para establecer con claridad el financiamiento de la educación superior, a efecto de cumplir cabalmente con su obligatoriedad.

 

Y finalmente el transitorio decimosexto, que el PAN había llamado la “manzana podrida”, se remarca que prevalecerá la rectoría del Estado acorde con el párrafo segundo del Artículo 3.

 

El PAN reclamó, desde la instalación de las comisiones unidas de Educación, y de Puntos Constitucionales de donde salió el dictamen que se votó en el Pleno, que era un “proceso atípico, atropellado, con vicios de procedimiento”.

 

El diputado Felipe Macías (PAN) expresó que se legisló al vapor la reforma, pero no por estar a favor de los educandos, sino porque Morena y el Presidente de la República tenían urgencia para “darle de regalo de 15 de mayo a Elba Esther Gordillo, su reforma educativa y a los líderes sindicales”.

 

“La única urgencia que tiene el Presidente de aprobar esta reforma, es empoderar a la CNTE y a estos grupos sindicales. Nada tiene que ver con ayudar a las maestras, a los maestros y a los niños”, lamentó el panista.

 

Al momento, continúa la discusión de 30 reservas, una vez desahogadas su aprobación o rechazo, se procederá la votación en lo particular.

 

 

 

 

fahl