Foto: Archivo 24 Horas Durante la misa de la "Pasión del Señor" en la Basílica de San Pedro, las canciones en latín relataron las últimas horas de la vida de Jesús, desde su arresto hasta su entierro  

El Papa Francisco escuchó a un predicador del Vaticano denunciar la inequidad extendida por el mundo durante la misa del Viernes Santo, en el día en que los católicos conmemoran la crucifixión de Jesús.

 

Durante la misa de la “Pasión del Señor” en la Basílica de San Pedro, las canciones en latín relataron las últimas horas de la vida de Jesús, desde su arresto hasta su entierro.

 

La misa es una de las pocas del año en las que el Papa no está a cargo del sermón, que quedó en manos del padre Raniero Cantalamessa, cuyo título es predicador de la sede papal.

 

Francisco escuchó cuando Cantalamessa describió a Jesús como “el prototipo y representante de todos los rechazados, los desheredados, los marginados de la Tierra, aquellos a quienes volteamos las caras para no verlos”. También afirmó que todas las religiones tenían el deber de defender a los pobres.

 

“Unos pocos privilegiados poseen más bienes de los que podrán consumir, mientras que por siglos enteros incontables personas pobres han tenido que vivir sin un pedazo de pan ni agua para darles a sus hijos”, dijo Canatalamessa.

 

“Ninguna religión puede permanecer indiferente a esto porque el dios de todas las religiones no es indiferente”, declaró.

 

Se trató de una de las dos misas que preside el Papa en el día más sombrío del calendario litúrgico cristiano.

 

El viernes por la noche, el Papa de 82 años encabezará el Vía Crucis que se realiza circundando al Coliseo de Roma.

 

 

 

jhs