Aunque comenzó La Mañanera con un control de daños por la advertencia que ayer lanzó contra la prensa, al presidente Andrés Manuel López Obrador le bastó poco más de una hora de conferencia para dejar entrever que el periodista Jorge Ramos sacó el cobre cuando lo cuestionó de manera agresiva por datos de inseguridad.

“Si un periodista se excede, pues la misma gente lo pone en su lugar. Eso fue lo que quise dejar de manifiesto (ayer), se malinterpretó. Luce mal, y cuando es de mala fe luce el cobre, entonces una recomendación fraterna, respetuosa: no hay que hacer el ridículo”, expresó en la conferencia de esta mañana, convocada en Palacio Nacional.

El mandatario resaltó que no se puede menospreciar la fuerza de la opinión pública, sobre todo con la existencia de redes sociales, por lo que si no se tiene razón en un argumento estarán lejos del prestigio.

Al inicio de la conferencia, el Jefe del Ejecutivo indicó que tenía que aclarar la frase de “si se pasan, ya saben lo que sucede” dicha ayer ante medios de comunicación cuando se le preguntó sobre su opinión sobre la actitud de Ramos, empleado de Univisión.

“Fue malinterpretado por algunos, dije que iba a ejercer mi derecho de réplica y se tomó como una represalia. Dije que cada quien era responsable de sus actos, y que el diálogo era circular”.

Resaltó que en su administración si habrá libertad de prensa porque se acabó la ley del garrote, incluso la conferencia será abierta para la prensa que fungió como “quemadora de incienso” en otras administraciones.

“Son otros tiempos para que no nos confundan, quisieran encajonarnos: autoritarios, no son respetuosos de la libertad. Nada de eso, libertad plena, completa a todos, respeto. Aquí pueden venir a expresarse hasta los que fueron voceros – o siguen siendo- voceros de (Carlos) Salinas”.

El pasado viernes, Jorge Ramos contradijo al Presidente con cifras oficiales en homicidios, las cuales eran más altas en este año que en el pasado, cuando aún estaba la administración priista.

El conductor levantó la voz, gritoneó al Presidente e incluso se subió a su templera, esta última acción prohibida para los reporteros que cotidianamente cubren La Mañanera.

 

dpc