En Australia, la India, China, Hawái, Birmania, Tailandia, Samoa, Indonesia o Papúa Nueva Guinea se puede encontrar un producto que aunque podría ser catalogado como asqueroso por muchos, en realidad es muy saludable y podría convertirse en un superalimento: la leche de cucaracha.

 

Aunque el nombre indica que es leche de cucaracha, realmente se trata de un líquido compuesto por proteínas, grasas, azúcares y varios tipos de aminoácidos obtenidos del insecto.

 

Dicho extracto se sustrae del organismo de las crías de cucaracha, quienes al ser alimentadas por su madre, la “leche” permanece en su intestino y de ahí se obtienen los cristales con los que se hace la proteína para el consumo humano.

 

Respecto a los beneficios, estudios han detectado cuatro veces más proteínas que en la leche de vaca, además de un gran contenido energético el cual se libera una vez que está dentro del organismo humano.

 

Actualmente, investigadores se han fijado una nueva meta con la leche de cucaracha, la cual es poder replicar dichos cristales en laboratorios y así reproducirlos de manera artificial y posteriormente fabricarlos en masa hasta llegar a los supermercados.

 

Dicho descubrimiento nació en el Instituto de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa de Bangalore en la India durante el año 2016.

 

Finalmente, se apunta que son necesarias al menos 20 cucarachas para producir un mililitro de leche, y cerca de 1000 para conseguir 100 gramos; por ello, se ha pensado como algo más factible la creación de píldoras, donde se necesitarían 100 cucarachas para elaborar una.

gac