Foto: Cuartoscuro La petición de disculpas por los actos al pueblo mexicano durante la Consquista, causaron descontento entre los españoles  

Ámpula y descontento causó entre los españoles, la petición que realizó hace un par de días el presidente Andrés Manuel López Obrador, al Rey de España Felipe VI, y al Papa Francisco, para que se disculparan por las vejaciones que los pueblos originarios de México sufrieron durante el periodo de la Conquista.

 

El periodista español, Salvador Sostres, en su columna French 75 que publica el diario español ABC, dijo que después de la petición realizada por el mandatario mexicano, ya no queda absolutamente nadie que le pudiera pedir a España que se disculpe.

 

Consideró que más bien tendrían que disculparse los sucesivos gobiernos mexicanos por haber sido tan corruptos, tan necios y tan zafios, y por haber gestionado de un modo tan mediocre “la civilización que les entregamos”.

 

Calificó como tontería, que merece el desprecio intelectual de cualquier persona instruida, el hecho de juzgar con la mirada del siglo XXI lo que ocurrió en 1492.

 

“El Descubrimiento no tiene que avergonzar a España … Incorporamos a México a la Civilización, le dimos el idioma, nos mezclamos con ellos -cosa que los ingleses puritanos no hicieron, confinando a los indios en las reservas- y les alejamos para siempre del atraso tribal, que no conduce a nada bueno”.

 

El escritor y periodista español, Arturo Pérez-Reverte aprovechó también la polémica desatada sobre todo en redes sociales, y vía Twitter ofreció una disculpa utilizando su libro titulado “Una historia de España”, donde en el capítulo 20 “Aquellos admirables animales” habla de la conquista y crea un personaje llamado Pepe.

 

“Usted, por ejemplo, es un labriego extremeño, vasco, castellano. De donde sea. Pongamos que se llama Pepe, y que riega con sudor una tierra dura e ingrata de la que saca para malvivir; y eso, además, se lo quitan los ministros Montoros y otros indeseables de la época, los nobles convertidos en sanguijuelas y la Iglesia con sus latifundios, diezmos y primicias”.

 

Renglones más adelante, Pérez-Reverte cuenta que cuando llega Manolo el primo de Pepe y dice: “chaval, han descubierto un sitio que llaman las Indias, o América, o como te salga de los huevos porque está sin llamarlo todavía, y dicen que está lleno de oro, plata, tierras nuevas e indias a las que nunca les duele la cabeza. Sólo hay que ir allí y jugársela: o revientas o vuelves millonetis. Y lo de reventar ya lo tienes seguro aquí, así que tú mismo. Vente a Alemania, Pepe. De manera que nuestro hombre dice: pues bueno, pues vale”.

 

El escritor asienta que es así como Hernán Cortés y su gente conquistaron México, y Pizarro el Perú, y Núñez de Balboa llega al Pacífico, y otros muchos se pierden en la selva y en el olvido.

 

Quien también no desaprovechó el escenario que le ofreció el VIII Congreso de la Lengua que se realizó en Córdoba (Argentina), fue el escritor peruano de nacimiento y nacionalizado español, Mario Vargas Llosa, para expresar su opinión y levantar polémica respecto a la petición del presidente mexicano.

 

Refirió que el mandatario Andrés Manuel López Obrador se equivocó de destinatario, que la misiva la debió habérsela enviado a sí mismo y “responder por qué México, que se incorporó al mundo occidental hace 500 años y desde hace 200 disfruta de plena soberanía como país independiente, tiene todavía a tantos millones de indios marginados, pobres, ignorantes y explotados”.

 

Incluso dijo que el cuestionamiento que hacía, se podría hacer a todos los presidentes latinoamericanos, porque hasta ahora ningún país ha resuelto esa injusticia proverbial hacia los indígenas, especialmente los que tienen una mayor población originaria, como Guatemala, Bolivia o el suyo: Perú.

 

 

fahl