Calificado como “símbolo renovado de la identidad blanca” por el multiasesino Brenton Harrison Tarrant, autor de la masacre en una mezquita de Christchurch, Nueva Zelanda, el Presidente estadounidense Donald Trump vetó la resolución conjunta HJ46, aprobada por las dos cámaras del Congreso para revocar su Declaración de Emergencia.

Harrison Tarrant perpetró el jueves pasado una masacre en protesta por una supuesta “invasión migrante” que dejó 49 personas muertas y una docena de heridos.

“Millones de inmigrantes llegan a nuestras fronteras, la gente odia la palabra invasión, pero eso es de lo que se trata, de una invasión de drogas, criminales y gente”, dijo Trump ante su gabinete y policías, sheriffs y activistas en un largo evento en la Casa Blanca.
Ahí, entre otros, tuvieron su turno para adularlo incondicionales como el vicepresidente, Mike Pence, y Kirstjen Nielsen, su secretaria de Seguridad Interna.

 

Más cerca del impeachment

El voto del Senado republicano a favor de la resolución de la Cámara Baja demócrata contra la declaración de emergencia presidencial aumenta la posibilidad de que Donald Trump sea llevado a un impeachment o juicio politico, aseguró la analista Elaine Kamarck, del centro de investigación Brookings, con sede en Washington.

Recordó la resolución de sanciones contra Rusia, en la cual se limitó la facultad presidencial para revertirlas o flexibilizarlas, y la mayoría republicana de las dos cámaras apoyo la medida.

Aunque John Hudak, analista constitucionalista, también de Brookings, opina que a pesar de pequeñas muestras de resistencia hacia Trump, el presidente está a salvo de un juicio político, porque la mayoría republicana nunca lo abandonará, y los demócratas están conscientes de que, para un procedimiento de esta naturaleza, es crítico el apoyo de cuando menos 20 senadores y congresistas republicanos.

 

Aumenta la tensión

Para variar, esta nueva batalla de Trump se da mientras crece el caos, aumenta la tensión y la confrontación con la Cámara Baja demócrata, por su negativa a entregar todos los documentos sobre el procedimiento irregular en que ordenó que, a pesar de preocupaciones de seguridad nacional se otorgara acceso irrestricto a su hija, Ivanka Trump, y a su yerno Jared a los documentos mas altamente clasificados.

Lo anterior a pesar de que, a sugerencia de agencias de inteligencia, se les habían negado en tres ocasiones, cuando ocultaron información sobre contactos rusos, de Arabia Saudita y otros países.

Además, enfrentan la demanda de entrega de documentos del Comité Judicial sobre 81 personas cercanas a Trump y a su comité de campaña, como parte de investigaciones de obstrucción de la justicia, abuso de poder y corrupción; además de otras 17 que investigan 10 comités que se disponen a usar su autoridad para exigir los documentos.

Tras el fracaso del secundo encuentro de Donald Trump con Kim Jong-un, Corea del Norte activó instalaciones nucleares, anunció planes para continuar pruebas de misiles y el posible rompimiento de pláticas con Estados Unidos.

Mientras Trump cotidianamente insiste en desmentir colusión del equipo de campaña con Rusia y obstrucción de la justicia de su parte, el fiscal Robert Mueller avanza en las investigaciones en las que Paul Manafort -tras recibir dos sentencias por siete años y medio de cárcel- será ahora sentenciado en Nueva York; Roger Stone espera sentencia, y Rick Gates continúa cooperando con el fiscal.

 

Amenaza con simpatizantes

Antes de vetar la resolución contra su declaración de emergencia, Trump atacó al Partido Demócrata dolido por la humillante derrota que sufrió, diciendo a la revista Breitbart que “si la izquierda quiere jugar duro, él cree que los conservadores son todavía mas duros”.
“Yo tengo el apoyo de la policía, de los militares, de los Motociclistas por Trump, tengo el apoyo de gente dura, pero ellos no juegan duro aun hasta cierto punto, cuando llegan a eso, todo será muy malo, muy malo”, dijo el titular del Ejecutivo.

 

Republicanos lo desafían

El jueves de la semana pasada, Trump personalmente repitió “advertencias” de lo que podrían enfrentar. A pesar de eso, doce senadores republicanos ignoraron sus amenazas y votaron por revocar la declaración de emergencia que consideran no sólo sin fundamento, sino ilegal, porque atenta contra el poder de asignación de recursos, exclusiva de ese órgano legislativo.

Ante comités del Congreso, responsables de las agencias de inteligencia de Estados Unidos, el Secretario de Defensa, el Jefe del Comando Norte y otros funcionarios dijeron que “no existe ninguna amenaza a la Seguridad Nacional en la Frontera con México”

 

Reduce gasto de gabinete

Obsesionado por la construcción del muro en la frontera que prometió en campaña, vital para sus posibilidades de reelección en 2020, que lo llevó a la mayor paralización en la historia del Gobierno federal, al decretar una emergencia nacional, rechazada por el Congreso y la oposición de dos tercios de los estadounidenses, el Presidente Donald Trump cambió de estrategia.

La propuesta de Presupuesto Federal para el año 2020 presentada al Congreso incluye recorte de salarios y prestaciones de empleados federales, dramáticos recortes al pago de pensiones del seguro social, recortes millonarios a Medicare y Medicaid, que son seguros médicos para gente de edad avanzada y personas de bajos recursos.

También, la eliminación de programas de asistencia de nutrición suplementaria, préstamos estudiantiles para financiar la carrera universitaria de jóvenes de bajos recursos y cancela programas de condonación de deudas estudiantiles a cambio de trabajo pro-bono.

Todo esto tiene como objetivo contar con mas recursos para financiar su guerra sin cuartel contra la inmigración indocumentada, canalizando mas de 32 mil millones de dólares para control migratorio y seguridad fronteriza, que permita la identificación, detención y deportación de tantos indocumentados como sea posible.

Descarta riesgos por presencia de supremacistas blancos

Los grupos supremacistas blancos “no son una amenaza a la seguridad nacional”, afirmó el Presidente estadounidense Donald Trump, lo que contrasta con los datos emanados del FBI y de numerosos grupos académicos y asociaciones, como el Southern Poverty Law Center.

Dicha institución reveló el crecimiento de grupos de odio populistas antisemitas, anti-musulmanes, así como contra latinos y afroamericanos, que ahora participan activamente en actos de terrorismo contra mezquitas, sinagogas y crímenes de odio, bajo la administración Trump.

“Los grupos de odio crecieron hasta 1,020, en 2018, un 7% más, en comparación a 2017. Más de 50% son nacionalistas blancos, quienes aumentaron de 100 a 148, impulsados por la retórica del Presidente Trump y por proyecciones del Buró del Censo, en el sentido de que para el año 2044, los blancos dejaran de ser mayoría en Estados Unidos”, señala el Southern Poverty Law Center.

Tras la aprobación de la resolución que rechaza la emergencia en la Cámara Baja -con apoyo Republicano- Trump ordenó a Mitch McConnell, líder del Senado, usar los 18 días que tenia para aplazar la votación en el pleno, a fin de darle tiempo de enviar al vicepresidente, Mike Pence, y otros emisarios para negociar, pedir o amenazar a los republicanos que apoyaran su resolución.

 

Población rechaza emergencia

A través de las encuestas es posible ver que solo 1 de cada 3 estadounidenses apoya la declaración de emergencia de Trump, cuya motivación es obtener recursos para construir el muro fronterizo:

* De acuerdo al diario Washington Post, 66% no apoya la declaración, contra 31% que sí
* Sondeos de la Universidad Monmouth reflejan que 65% se opone, contra 33% que apoya
* La cadena CNN encontró que 66% se opone, contra 34% que apoya
* NPR/PBS/Maristas reporto que 61% está en contra, y solo 36% a favor
* NBC/Wall Street Journal señala que 60% está en contra y 39% a favor

 

Xavier Rodríguez

 

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