Foto: Reuters En 2016 la Comisión Europea modificó esta política y diseñó el sistema ETIAS, a fin de reforzar el control de sus fronteras y tener una información más exhaustiva de los extranjeros que ingresan a la región  

Los estadounidenses que pretendan visitar Europa a partir de 2021 deberán solicitar un visado especial, ante la entrada en vigor del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS), cuyo objetivo es reforzar el control de sus fronteras.

 

En la actualidad, los estadounidenses solo presentan su pasaporte para viajar a cualquiera de las 26 naciones europeas que conforman la zona Schengen, un espacio sin fronteras internas, en el que los ciudadanos de sus países miembros  -incluidos 22 de la Unión Europea (UE)-, empresarios y turistas, pueden circular libremente.

 

Sin embargo, en 2016 la Comisión Europea modificó esta política y diseñó el sistema ETIAS, a fin de reforzar el control de sus fronteras y tener una información más exhaustiva de los extranjeros que ingresan a la región.

 

“Como cualquier otro país o región del mundo, Europa ha decidido recientemente mejorar sus niveles de seguridad y evitar cualquier otro problema con la migración ilegal y el terrorismo. Esto significa que, a partir de 2021, todos los estadounidenses que viajen a la zona europea Schengen” necesitarán una visa, según el portal del sisitema ETIAS.

 

Para registrarse en la base de datos de ETIAS, los estadounidenses deberán contar con un pasaporte en regla -el cual deberá vencer tres meses más allá del periodo de estadía y tener una antigüedad menor a 10 años-, una tarjeta de débito o crédito y una cuenta de correo electrónico.

 

El trámite completo podrá realizarse a través de internet, sin necesidad de visitar algún consulado, mientras que el visado tendrá una validez de tres años y costará alrededor de ocho dólares.

 

Esta nueva visa también permitirá a los estadounidenses ingresar en Mónaco, San Marino y Ciudad del Vaticano, tres de las naciones más pequeñas del continente europeo.

 

En caso de querer visitar Reino Unido, Bulgaria, Croacia, Chipre, Irlanda o Rumanía, los estadounidenses no tendrán que tramitar este documento, ya que dichos países no forman parte de la zona Schengen y tienen políticas particulares propias con respecto al acceso de entrada a extranjeros.

 

 

jhs