Foto: Reuters El mandatario africano enfrenta órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional por cargos de crímenes de guerra  

Líderes de la Unión Europea (UE) y la Liga Árabe iniciaron el domingo su primera cumbre de dos días en el balneario egipcio de Sharm El Sheik para mejorar la cooperación en temas de migración, terrorismo y comercio, en una cita calificada de “histórica”.

 

La alta representante diplomática de la Unión Europea, Federica Mogherini, indicó que los europeos inciden en la migración, mientras que los líderes árabes ponen el énfasis en la lucha contra el terrorismo y el conflicto con Irán, enemigo común para los países de mayoría suní, dijo la emisora alemana Deutsche Welle.

 

Mogherini admitió que hubo desacuerdos entre las partes, pero dijo que está convencida de que “esta cumbre es en sí misma un éxito: el hecho de que suceda y que la establezcamos para el futuro”, añadió, para reconocer que “no estaremos de acuerdo en todo, como es normal entre amigos y socios”.

 

A su vez, el canciller español, Josep Borrell, enumeró a la prensa los “puntos de desacuerdo” entre ambos bloques: los conflictos de Siria, Yemen, Israel y Palestina, además de la cuestión de Irán.

 

El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, inauguró las sesiones de la cumbre con un llamamiento a actuar de forma más contundente frente al terrorismo, al advertir que ese riesgo “se ha extendido por todo el mundo como una plaga perniciosa”.

 

“Hoy tenemos una gran necesidad de afirmar nuestra cooperación contra este peligro y estar unidos contra esta plaga, que no puede justificarse bajo ningún concepto”, añadió el mandatario egipcio.

 

En su turno, el rey Salman bin Abdelaziz, de Arabia Saudí, acusó a Irán de ser “una amenaza directa” para las naciones que participan en la cumbre.

 

En su discurso inaugural, Al Sissi también sugirió que la UE y los países árabes cooperarían en lo que él llamó migración “segura”, un tema que también fue central en el discurso de Donald Tusk, jefe del Consejo Europeo.

 

“Debemos trabajar juntos: países de origen, tránsito y destino para romper el modelo comercial de contrabandistas y traficantes que atraen a las personas a viajes peligrosos y alimentan la esclavitud moderna”, dijo Tusk.

 

En su discurso, Tusk reconoció las diferencias entre ambos bloques, pero subrayó que árabes y europeos, como “vecinos”, no deben dejar los retos comunes a “potencias globales lejos” de la región.

 

Tras la ceremonia de apertura de la cumbre, los asistentes celebraron una sesión a puerta cerrada para mejorar la asociación entre la UE y los países árabes y abordar los desafíos mundiales.

 

La reunión de alto nivel de monarcas y jefes de Estado y de gobierno se produce cuando algunos países árabes enfrentan crisis económicas y políticas, y Europa vive un aumento del nacionalismo y rechazo a la inmigración.

 

Una ausencia destacada por los medios fue la del príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, quien es señalado como responsable del asesinato en Turquía del periodista disidente saudí Jamal Khashoggi, y el presidente sudanés Omar al-Bashir.

 

El mandatario africano enfrenta órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional por cargos de crímenes de guerra.

 

El jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, expresó su preocupación por la cuestión de los derechos humanos en muchos estados árabes, y pidió “hablar abiertamente, sin exagerar pero sin subestimar el tema de los derechos humanos”.

 

DAMG