Ante la cancelación de la concesión del Centro de Transferencia Modal Constitución de 1917, expertos en la materia coincidieron en que el reto para la Ciudad de México es garantizar que realmente haya una movilidad óptima en la zona; sin embargo, tuvieron opiniones encontradas en cuanto a la participación de la inversión privada en el reordenamiento urbano.

 

Por un lado, Víctor Alvarado, coordinador de Transporte Eficiente en El Poder del Consumidor, explicó que además del plan de instalar una preparatoria de buena calidad educativa (que sustituirá la plaza comercial concesionada en el Cetram de Constitución de 1917), la implementación de este centro de estudios también debe otorgar facilidades para que las personas puedan moverse de forma segura cómoda y accesible.

 

“Más allá de cancelar la concesión, que hasta ahorita estaba en una acción privada y con una concesión de 40 años, la actual administración tiene que mostrar un plan de movilidad de transporte que permita beneficiar a los usuarios, que se calcula son cerca de 200 mil los que se mueven dentro de este Centro de Transferencia Modal”, mencionó.

 

Consideró que es complicado tener un diagnóstico de cómo congeniará la escuela con el resto del espacio, por eso no se puede decir si la cancelación del proyecto original fue una decisión correcta o incorrecta por parte de la mandataria capitalina, Claudia Sheinbaum.

 

También señaló que otro de los retos que debe tomar en cuenta la administración es la socialización del proyecto, a través del diálogo participativo con los distintos actores y no solamente con iniciativa privada, que es lo que pasó en la administración pasada, en la que sólo se trabajaron los proyectos de la manos de las empresas.

 

“Tiene que haber un ordenamiento entre todos los actores que están participando dentro de un Cetram, no se puede pasar tapar el sol con un dedo: en el Cetram el actor principal es el usuario, después los ofertantes, después del comercio, en ese sentido tiene que ver un sentido de ordenamiento”.

No obstante, Roberto Remes, quien encabezó la desaparecida Autoridad del Espacio Público de la Ciudad de México, opinó que la cancelación del Cetram fue una decisión ideológica.

Señaló que la administración actual tiene la oportunidad de integrar un privado con fondo público en donde se generen empleos e inversión en la zona Oriente de la capital (como es una plaza comercial) y, como contraprestación, se construya un proyecto que prepondere el beneficio social, como lo es una preparatoria.

La inversión público-privada, pudo haber funcionado para que, como contraprestación, fuera la empresa constructora la que mantuviera la operación de la preparatoria. Si no se toma en cuenta la importancia de generar un proyecto digno para el área afuera del Metro Constitución de 1917, la escuela podría construirse con un diseño equivocado: “Entonces, se pierde la posibilidad de que diseñes y transformes la zona”, dijo.

Los proyectos de los Cetram con inversión público-privada datan de la administración de Marcelo Ebrard, que impulsó la transformación del Cetram de El Rosario, donde se ubica una zona comercial arriba de las bahías de ascenso y descenso de las rutas de transporte. Dicho esquema es el que se trató de replicar en la administración de Miguel Ángel Mancera.

Frase

“Pensar que todos los terrenos de gobierno se deben de convertir todos en algo público, como una escuela, un parque, un mercado me parece un poco ridículo, porque al final de cuentas donde vives tú a donde vivo yo alguna vez fue de nadie”
Roberto Remes
Especialista en Movilidad

 

Consulta más información relacionada en la columna de Alejandro Ramos Magaña:

https://www.24-horas.mx/2019/01/24/declive-urbano/

 

 

Xavier Rodríguez

LEG