Sana competencia
Los eventos del presidente López Obrador en el Estado de México y el gobernador de esa entidad, Alfredo del Mazo, se convirtieron ayer en lo más cercano a uno de tipo escolar. Desde su arribo y durante todo el evento se desarrolló una guerra de porras para uno y otro. Lejos de los insultos o la competencia política, lo de ayer fue una demostración de que ni el PRI está tan muerto como dicen, ni Morena las trae todas consigo, pero sobre todo fue un acto de respeto mutuo y civilizado.
“Yo soy el delegado”
Ahora que Roma fue nominada a 10 premios Oscar, en las redes sociales todos se acordaron de Ricardo Monreal cuando irrumpió a la mitad de la filmación de la ahora exitosa película -“¡Yo soy el delegado, no hay ningún permiso…! ¡Quítenme eso de ahí!”-, mientras retiraba y encaraba a los colaboradores de Cuarón en un operativo en el que hasta golpes hubo. Una prepotencia muy parecida a la que se vivía en la época de Luis Echeverría y de Cleo, la protagonista. También los nominados recordaron la anécdota, y sólo dijeron: “Rodar una película causa molestia a los vecinos”. ¿Será?
No se dejó sorprender…
Vaya error que cometió la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, pues ayer, durante la entrega de programas sociales en Acambay, subió al templete a un joven beneficiario del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, pero beneficiado a medias, pues aunque ya contaba con la tarjeta, no tenía tutor que lo capacitara en una empresa, como hizo notar el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador. Y es que la funcionaria no contaba con que el mandatario cuestionaría al joven sobre el programa, quien le respondió que “apenas iba a buscar al tutor”, a lo que AMLO respondió: “No queremos entregar tarjetas si no está el tutor, porque si no, no tiene sentido”.
Una mujer contra el delito del siglo
Luz María Zarza Delgado, subdirectora de Consultoría Jurídica de Pemex, al mando de Octavio Romero, ya detalla las denuncias penales que se presentarán contra quienes hayan incurrido en el llamado “delito del siglo”, que tan sólo el año pasado representó para la petrolera mexicana una pérdida de 60 mil millones de pesos. El objetivo es que sean expedientes blindados que no puedan ser echados para atrás, es decir, todo el peso de la ley contra el huachicol. ¿Será?
LEG