¿Cuánta responsabilidad tiene el Gobierno federal en la tragedia de Tlahuelilpan, que costó ya la vida de 79 personas?

Como es su costumbre, el presidente López Obrador culpó a los Gobiernos anteriores “que no le dieron alternativas’’ a la gente de ese poblado que robaba gasolina a la vista de policías federales, estatales y personal militar.

El Presidente aseguró que la gente fue a robar combustible “de manera inocente’’.

No hubo y parece que no habrá una declaración de censura para quienes se dedican a robar no sólo gasolina, sino también a robar trenes o a la rapiña de productos cuando un tráiler se vuelca.

Y mientras el Gobierno siga justificando esos actos violentos y fuera de la ley, no habrá fuerza policiaca que pueda contenerlos.

López Obrador justifica con sus dichos la actuación de los pobladores de Tlahuelilpan y cree que con un llamado suyo la gente cambiará su conducta.
Eso es imposible.

La gente dejará de robar al tren, gasolina y a los tráileres cuando se les detenga en flagrancia y se ejerza acción penal en su contra.

Si son 10 o cien, no importa, lo que importa es el mensaje que el Gobierno debe enviar para dejar constancia de que esos comportamientos tendrán consecuencias legales.

No deja de lamentarse el tamaño de la desgracia; de hecho, es tan lamentable como el hecho de que desde el Gobierno se insista en justificar estos hechos en lugar de condenarlos.

Creer que con que el Presidente les pida que dejen de robar lo harán es perder el tiempo.
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Ayer un grupo de deudos de los muertos el viernes en la toma clandestina de gasolina comenzaron a exigir que el Gobierno federal los “indemnice’’ porque, según su sabio razonamiento, el Gobierno es culpable porque “no impidió’’ que se metieran a la alberca de gasolina.

En ocasiones anteriores, cuando una población se dedicaba a la rapiña (de lo que sea), militares y policías han sido agredidos, retenidos y humillados por el “pueblo bueno’’ que no entiende de razones.

La orden de no confrontarse con la población que tiene el personal militar y las Policías locales y estatales deberá cambiar pronto; ya no se trata de un asunto de competencias, sino de seguridad pública y, en algunos casos, hasta de seguridad nacional.

¿Indemnización? ¿De verdad?
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Un priista, Guillermo Pacheco Pulido, un diputado local de Nueva Alianza, Gerardo Islas, y el candidato del PAN, Jesús Rodríguez Almeida, son los aspirantes a ocupar el interinato de la gubernatura de Puebla.

Morena no presentó candidato, a pesar de tener la mayoría en el Congreso local, aunque se dice que se habrían pronunciado por Pacheco Pulido, lo cual revivió las especulaciones sobre un posible acuerdo entre ambos partidos.

La versión es que se habría pactado como parte de la negociación para que el PRI aprobara la creación de la Guardia Nacional.

Pero eso no ocurre en México, son teorías de un complot.

Por cierto, el presidente de la Comisión que se encargará de analizar los perfiles de los tres aspirantes descalificó de entrada a Rodríguez Almeida, del cual dijo “ni siquiera nació en Puebla’’, requisito indispensable para ocupar el cargo.