Una fila de cientos de personas se formó en las afueras de la Casa Miguel Alemán de la otrora Residencia Oficial de Los Pinos, que fue morada de los anteriores 14 presidentes de México, pero de este sábado 1 de diciembre se convirtió en el Complejo Cultural Los Pinos.

A la casa que es la más próxima a la Puerta 3 o de El Chapulín, del Bosque de Chapultepec, la mayoría de las personas llegaron este sábado por la llamada calzada de Los Presidentes, donde se ubican las efigies de 13 de los 14 mandatarios que habitaron Los Pinos, pues no está la de Enrique Peña Nieto.

No obstante, también se pudo entrar por la Puerta 1, que se ubica en Parque Lira a unos pasos de la estación Constituyentes del Metro.

La fachada de la Casa Miguel Alemán es espectacular, a decir de muchos de estos visitantes, de frente están las escalinatas de mármol blanco y se aprecia un balcón que desde hoy lució lleno de personas, así como un pequeña fuente y áreas verdes muy cuidadas, que ahora lucen con nochebuenas.

Los visitantes, sobre todo residentes de la Ciudad de México, Estado de México y uno que otro extranjero, a partir de las 10:00 horas hicieron una fila que llegaba hasta la entrada de El Chapulín para ingresar a esta casa y poder recorrer las distintas habitaciones.

Con los celulares en la mano, la mayoría no cesaba de sacarse selfies y pedir a otras personas les tomaran fotografías en los salones que lucían con pocos muebles, algunas mesas de comedor de maderas finas o sillones forrados en terciopelo.

Este sábado, el pueblo subió por las escalinatas de la entrada principal de esta casa, donde un grupo de jóvenes músicos de la escuela Carlos Chávez que entonaban música clásica al centro de la estancia bajo la luz de un gran candil francés les daba la bienvenida.

Así, en su recorrido que iniciaba por el lado izquierdo de esta que fue la casa de varios de esos 14 presidentes, pues Lázaro Cárdenas, quien fue el primero en vivir en Los Pinos en 1935 habitó ahí otra casa que lleva su nombre.

En tanto que Vicente Fox lo hizo en una cabaña que se construyó ex profeso para vivir con su esposa Martha Sahagún e hijas, que después utilizó Felipe Calderón con su familia y finalmente se destinó a oficinas.

Al subir las escaleras del interior de la Casa Miguel Alemán, que forman una especie de “Y”, los visitantes se encontraban con grandes ventanales que hacen penetrar la luz y después con dos alas de habitaciones.

Una donde pudieron conocer los dormitorios que por años resguardaron el sueño y quizá en momentos críticos el desvelo de presidentes de la República y sus familias, así como la otra de huéspedes.

En estas habitaciones de la casa no hay camas, muebles o cuadros, como cuando se muda una familia, comentaron algunos de los visitantes.

El recorrido en este primer día fue fluido, a pesar de que fueron insuficientes los guías y de los guardias de la policía militar, unos para informar sobre qué estaban viendo los visitantes y otros para resguardar el orden.

Grupos de unas 50 personas eran dejadas pasar a recorrer el lugar y conocer hasta la cocina, vacía de trastes.

En esta casa el recorrido concluye en el sótano donde se encuentra el llamado bunker, habilitado en la época que gobierno de Felipe Calderón para sus reuniones de gabinete de seguridad, una sala de cine con butacas y una gran pantalla, los cuartos de servicio y oficinas.

En tanto, otra de las casas más visitadas este primer día en el que el pueblo inauguró este complejo cultural es la llamada Lázaro Cárdenas, donde básicamente hay oficinas y salas de juntas, pero que a diferencia de la Miguel Alemán tiene un poco más de muebles.

LEG