Foto: Reuters Niño produce sonrisa del Papa Francisco al jugar alrededor de él  

Un niño argentino autista conquistó al Papa Francisco al interrumpir de manera sorpresiva la audiencia pública de los miércoles y subir hasta el escenario en el Aula Pablo VI del Vaticano.

 

Mientras se leían algunos pasajes bíblicos en diversos idiomas, al inicio de la audiencia en la cual participaron unas siete mil personas, el pequeño de no más de 10 años se acercó hasta donde estaba el Papa subiendo los escalones.

 

La madre llegó inmediatamente para tratar de controlarlo y se arrodilló frente a Francisco justificándose: “Es un chico especial, porque él no habla, tiene autismo”. El pontífice respondió inmediatamente: “Dejalo. Si quiere jugar acá déjalo”.

 

Entonces el niño se quedó ahí por un buen rato, arrastrándose por el suelo, mirando de cerca de un guardia suizo pontificio, a quien le tomó de la mano y jugó con él. Los presentes estaban entre sorprendidos y divertidos.

 

“Este chico no puede hablar, es mudo. Pero sabe comunicar, sabe expresarse y tiene una cosa que me hizo pensar: es libre, indisciplinadamente libre”, reflexionó el Papa después, cuando le tocó el momento de los saludos en español.

 

“Pero es libre, y me hizo pensar a mi: ¿Yo soy también libre, así, delante de Dios? Cuando Jesús dice que tenemos que hacernos como niños nos dice que tenemos que tener la libertad que tiene un niño delante de su padre. Creo que nos predicó a todos este chico. Y pidamos que tenga la gracia de poder hablar”, agregó.

 

Luego, durante su catequesis semanal, el líder católico habló del amor, que “invita a la confianza y a la obediencia”, además de rescatar al ser humano del engaño de las idolatrías, del deseo de acaparar cosas y dominar a las personas, buscando seguridades terrenales que vacían y esclavizan.

 

Además aclaró que el cumplimiento de los mandamientos debe darse desde “la perspectiva de la carne” y no simplemente como el seguimiento de una serie de prohibiciones. Actuar así, sostuvo, es “una condena” y “un titánico esfuerzo para ser coherentes con la norma”.

 

En el momento de los mensajes en diversos idiomas, el Papa se dirigió a los fieles procedentes de España y América Latina, dedicando unas palabras a “un grupo de jóvenes mexicanos” que se hicieron notar en medio de la multitud, a los que saludó especialmente.

 

 

jhs