Foto: EFE Supervisión. La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, recorrió la frontera en San Diego  

Las reglas establecidas este mes por el presidente Donald Trump para limitar a los migrantes su derecho a solicitar asilo en EU, fueron bloqueadas por el juez federal de San Francisco, California, Jon Tigar, quien dictaminó que la nueva política infringe la ley.

El Acta de Inmigración y Nacionalidad de 1965 establece que cualquier extranjero que llegue a Estados Unidos, “por un puerto designado de llegada”, puede solicitar asilo.

El pasado 9 de noviembre, Trump intentó anular esa ley, firmando una orden presidencial que ponía fin a la capacidad de los migrantes para solicitar asilo si ingresaban ilegalmente al país.

“La norma que prohíbe el asilo para los inmigrantes que ingresan al país fuera de un puerto de entrada entra en conflicto con la intención expresada por el Congreso”, escribió Tigar, quien fue designado por el ex presidente Barack Obama.

Trump “no puede volver a escribir las leyes de inmigración para imponer una condición que el Congreso ha prohibido expresamente”, puntualizó el juez.

El magistrado decidió suspender el mandato de la Casa Blanca y convocó a una audiencia para el próximo 19 de diciembre, según medios locales.

El decreto firmado por Trump el viernes 9 rechazaba automáticamente (al menos durante 90 días) las demandas de asilo realizadas por inmigrantes que hubieran cruzado de forma ilegal la frontera con México, una medida que fue llevada a los tribunales por las organizaciones de defensa de los derechos civiles.

En una declaración conjunta el martes, los departamentos de Seguridad Nacional y Justicia dijeron que era “absurdo” que una serie de grupos de defensa pudieran demandar al gobierno federal para detener la política de asilo.

Más tarde, en San Diego, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, criticó a la Justicia por interferir en las decisiones del presidente Trump.

La funcionaria realizó una visita a playa Imperial, justo donde comienza la frontera oeste entre EU y México, donde criticó el fallo.

La decisión del juez Tiger supone un nuevo revés judicial a política migratoria de Trump por lo que Nielsen aseguró que presentarían una apelación, aunque aseguró que, hasta que se produzca un fallo definitivo, la Administración acatará el dictamen del magistrado.

La visita de Nielsen a playa Imperial no es casual puesto que este es considerado uno de los puntos más vulnerables de la frontera, por tratarse de una salida al mar, lo que llevó ayer al propio Trump a difundir una foto en las redes sociales en la que parecía que la alambrada recién colocada llegaba al océano.

“Que nadie se confunda, esta es una pared con una hilera de alambre de espinos sobre otra hilera de alambre de espino; nadie entrará ilegalmente a nuestro país”, se jactó ayer Nielsen, obviando el hecho de que aún faltan varios metros por cubrir y de que poco antes de su llegada una persona cruzó la frontera a nado, antes de ser apresado por las autoridades.

El refuerzo de la valla fronteriza responde a la presencia de miles migrantes en la localidad mexicana de Tijuana.

De acuerdo con datos ofrecidos por la jefa del DHS, unas 6 mil personas aguardan en la ciudad mexicana una oportunidad para entrar en EU, aunque no especificó cuántos habrían llegado con la caravana que salió de Honduras el pasado 13 de octubre.

En cualquier caso, Nielsen puso en duda la legitimidad de los motivos que han llevado a cerca de cinco mil centroamericanos a viajar con la caravana y sostuvo que sólo 10 % de las solicitudes de asilo presentadas el año pasado por personas originarias del Triángulo Norte fueron aprobadas.

“Lo que está claro es que aquellos que están en nuestra frontera sur, o de camino a ella, con estas caravanas son inmigrantes económicos o que quieren reunirse con familiares que ya están aquí. Querer un empleo no es base para solicitar asilo bajo las leyes estadounidenses”, indicó la funcionaria.

Asimismo, Nielsen aseguró que, lejos de ser un movimiento de mujeres y niños, como algunos medios intentan vender, dijo, la caravana está compuesta mayoritariamente por hombres, algunos de ellos delincuentes.

EU utiliza infiltrados

El Gobierno de EU recaba datos sobre la caravana de migrantes que buscan cruzar la frontera con México mediante informantes incógnitos infiltrados en el convoy, reveló ayer la cadena NBC.

Según el canal de televisión estadounidense, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) obtiene información de inteligencia mediante el pago a estas personas, que se encuentran en el interior del numeroso grupo de migrantes.

Fuentes del DHS informaron que EU trabaja junto con el Gobierno mexicano para obtener datos sobre la composición y los movimientos de las caravanas, las cuales han sido objeto de múltiples ataques por parte del Presidente Donald Trump, que ha asegurado que en el grupo se encuentran numerosos criminales y se ha referido a este como una “invasión”.

 

LEG