El Presidente electo contará con 32 delegados de programas integrales de desarrollo, quienes se concentrarán en el territorio y tendrán contacto directo con todos los actores políticos. La idea es que hagan política de abajo hacia arriba.

Esto no significa que olviden a los líderes sociales; al contrario, serán la ventanilla única para hacerle llegar peticiones al nuevo titular del Ejecutivo Federal.

Los denominados “vicegobernadores” vigilarán que los programas se apliquen de manera correcta, y absorberán decenas de funciones. Verán desde agua, hasta migración; desde temas medioambientales, hasta asuntos hacendarios.

Y por si fuera poco, habrá también 264 delegados regionales, que serán activos representantes de Andrés Manuel López Obrador.

Para muchos -esta impresionante organización- no es más que una estructura muy sólida de Morena para ganar las próximas elecciones estatales; y los superdelegados, los candidatos sin disfraz alguno, ganando adeptos en la geografía que les corresponda.

Claro, los gobernadores están molestos y contrariados, porque estaban acostumbrados a tratar con los secretarios de Estado, visitar la Ciudad de México para realizar sus gestiones, y en audiencias privadas, charlar con el Presidente de México.

Se acabó el ritual, y ahora todo será canalizado a través de los superdelegados; también tendrán que perseguir a “los 32”, miles de alcaldes, para así poder llegar a Palacio Nacional.

¿Viola el federalismo?, ¿incumple las leyes vigentes?, ¿será imposible que estos “superhombres” vean centenas de asuntos diarios, y se volverá inoperante la fórmula? Eso lo sabremos en los próximos días.

Por lo pronto, alcaldes de todos los partidos políticos convocaron al tabasqueño a un diálogo abierto, “que permita construir sinergias para tratar dos temas fundamentales: la estrategia nacional de seguridad, la cual debe incluir a estados y municipios, y el presupuesto de egresos de la Federación, para evitar disminuciones en las participaciones de los fondos federales”.

Los ediles afiliados a la Conferencia Nacional de Municipios de México (CONAMM), encabezados por su presidenta, Laura Fernández Piña (presidenta de Puerto Morelos, Quintana Roo), desean que durante los trabajos de su Conferencia Anual, a celebrarse el 26 y 27 de noviembre, en la Ciudad de México, los acompañe el próximo Presidente de la República y varios miembros de su futuro gabinete legal y ampliado.

Estamos hablando de una organización de dos mil 400 ayuntamientos de todas las ideologías, donde convergen también la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC) y la Asociación de Autoridades Locales de México, AC (AALMAC). Por ello, los gobernados -como mandantes o jefes- debemos de promover que nuestros gobernantes -como mandatarios o mandaderos- se reúnan, platiquen, discutan, negocien y hagan todo lo posible para disminuir los niveles de violencia a nivel nacional.

Hacemos votos para que acepte López Obrador o, bien, que sus más cercanos colaboradores o asesores lo convenzan de esta fundamental reunión, que más allá de lucimientos personales, es necesaria para ganarle la batalla a los delincuentes.

@GustavoRenteria
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