El avance de la ultraderecha en Brasil con su candidato presidencial Jair Bolsonaro, quien llega a la segunda vuelta de las elecciones como favorito, se debe al hartazgo que hay entre la gente hacia los partidos políticos tradicionales y sus líderes, vinculados a la corrupción, considera la politóloga Fernanda Vidal.

“El actual proceso electoral en Brasil responde a una dinámica que se ha ido construyendo en los últimos 5 años, sobre todo a raíz de los procesos de remoción de Dilma Rousseff y el proceso legal que se le siguió a Luiz Inácio Lula da Silva, auspiciados por el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que estaba intentando retomar el gobierno de Brasil a partir de procesos judiciales, pensando que eso les iba a liberar el camino para la elección de 2018”, precisa en entrevista para 24 HORAS, la Investigadora de la Universidad Panamericana.

“En el PSDB no se dieron cuenta que ellos se estaban autosaboteando, en el sentido de que estaban desenmascarando una serie de actos de corrupción del Partido de los Trabajadores, pero muchos de sus políticos fueron también inhabilitados a partir de la ley “Ficha Limpia”.

La estrategia provocó que quedaran fuera los dos partidos que dominaban la esfera política brasileña, añadió.

“Esto genera el espacio ideal para que un desconocido, que si bien tiene cierta experiencia legislativa, entre con un discurso antisistémico, que eso es lo que lo destaca, lo que lo posiciona, porque la gente está harta de los escándalos de corrupción de ambos partidos que se distribuían el poder en Brasil”.

“Entonces llega este candidato que si bien ha sido tachado de misógino, tendencias dictatoriales antidemocrático, pues una persona que con el discurso de la reunificación familiar, el regreso de valores que están perdidos en la sociedad brasileña y que de jacta de no tener escándalos de corrupción detrás, pues claro que eso le llama mucho la atención al electorado y lo ven como la opción.”

Sobre las propuestas que ha planteado para combatir la inseguridad considera que sólo son para llamar la atención, ya que son tabúes, como que la policía tenga permiso para disparar, lo cual viola los derechos humanos.

“Entonces un electorado que entienda que esa propuesta es en sí mismo violenta, podría rechazarlo, pero no lo está haciendo y no porque apoye las ideas de este candidato en materia de seguridad, sino en realidad más bien por una situación de hartazgo que se observa hacia los otros partidos”.

Al respecto, la especialista hace un símil con el fenómeno electoral ocurrido en México.

“Lo mismo sucedió aquí con Andrés Manuel López Obrador, no es sorpresa que un candidato que se posicionaba como antisistema y como ‘yo puedo ser cualquier cosa, excepto corrupto’, pues haya ganado las elecciones y eso estamos observando que se está repitiendo el mismo discurso y la misma dinámica de aislar por completo a los partidos que controlaban de manera hegemónica la política y que entonces se da pie a un partido que no pintaba”.

Recuerda que el PSL que impulsa la candidatura de Bolsonaro que en la elección pasado logró sólo un lugar en el Congreso, mientras que este 2018 ya tiene 58 diputados y 4 senadores.

“Entonces vemos que este fenómeno de optar por un candidato y un partido antisistema está resonando a nivel internacional, como Donald Trump que se planteaba como no político, el caso de Emmanuel Macron, en Francia, fue lo mismo, un candidato que no representaba los intereses de los partidos tradicionales entonces es un fenómeno que se está observando como parte de las dinámicas de las nuevas opciones políticas, porque el electorado está harto de los mismos políticos.

Vidal anticipa que es muy difícil que el candidato del PT, Fernando Haddad, gane la elección, y si se llegara a dar sería porque se logró una coalición muy amplia de los partidos, con lo cual sería muy complicado su gobierno, pues quedaría maniatado para cumplir los compromisos que respondan a estas alianzas.

Sin embargo, considera preocupante el triunfo de Bolsonaro, sobre todo por su compañero de fórmula para vicepresidente, Antonio Hamilton Mourao, un militar retirado, quien fue exhibido en videos planteando la opción de un Golpe Militar en Brasil, si no se sostenía la sentencia de Lula.

“Es preocupante que Bolsonaro lo haya elegido a él, sobre todo para lo que eso puede significar para la democracia brasileña, que es una democracia muy joven, hay que recordar que el gobierno de la dictadura terminó en el 85, se aprueba la Constitución y hay una tradición de respeto a las leyes, pero tenemos a este, tal vez, futuro Presidente con un discurso bastante extremista que se intensifica por su compañero de fórmula, el señor Hamilton”.

Xavier Rodríguez

LEG