Foto: PXHERE Señalan que disminuiría la poca producción de gas que tiene nuestro país, y las calificadoras pasarían las reservas actuales a recursos contingentes  

Aunque es un método que podría poner en riesgo al ambiente sino se maneja de forma correcta, cancelar los contratos de perforación a través del método conocido como fracking derivaría en una pérdida del valor económico del energético mexicano y disminuiría la poca producción de gas que hay en el país, señalaron especialistas.

La última semana, el anuncio de la cancelación de este método de fracturación hidráulica para extraer gas ha generado polémica, ya que aunque es uno de los mecanismos con el cual se puede obtener mayor cantidad de energético, puede ser altamente contaminante y hasta llegar a provocar el envenenamiento de los mantos acuíferos.

Ramses Pech, especialista en energéticos y economía de de Caraiva y Asociados, explicó que existen dos tipos de fracking: el convencional y el no convencional -el primero invasivo y el segundo más amigable con el ambiente-, y entre los dos pueden llegar a producir poco más de 84 mil millones de barriles de petróleo equivalente de manera anual, lo que significaría una tercera parte de producción de los yacimientos que Petróleos Mexicanos (Pemex) acaba de descubrir en Tabasco.

Detalló que el primer campo en utilizar este tipo de fracturación convencional -en terrenos de rocas en donde hay lutitas-, se encuentra en la cuenca de Burgos, Coahuila, desde hace 30 años, y produce más de 700 mil pies cúbicos de gas diarios. Esta sería a más invasiva y peligrosa por la posible contaminación que genera.

Pech indicó que el segundo (no convencional) se realiza en campos normales acuáticos -se perfora entre los 10 y 100 metros de profundidad-, en zonas como San Luis Potosí o Tampico, actualmente en una fase de exploración, pero, aclara, éste no causa ningún tipo de distorsión en el medio ambiente, ya que existen rumores que con este método se pueden llegar a crear sismos.

Precisó que éste último fracking solamente afecta entre 100 y 200 metros del radio de la zona de perforación, y no provoca riesgo ambiental, ya que ayuda al contacto amigable entre los energéticos y la naturaleza por el proceso que se lleva a cabo.

“Dejar de fracturar campos de fase sencilla, que se hace desde hace más de 50 años en México, implicaría la cancelación de préstamos bancarios y las calificadoras pasarían las reservas actuales a recursos contingentes, es decir, se perdería el valor económico del energético mexicano por cancelar el fracking y sólo se usarían en caso de contingencia”.

Además, “disiparía la atracción de capitales nacionales e internacionales, cuya consecuencia sería dejar de invertir ante el poco valor que podrían tener las reservas en cuestión, limitando a Pemex a buscar socios en alianzas o a Hacienda a poner bajos requerimientos a futuros contratos en estas áreas dentro de las rondas que la Comisión Nacional de Hidrocarburos pudiera realizar”, afirmó Ramses Pech

Y es que el fin de semana pasado, el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que en México no se realizará más fracking, al considerarlo “sumamente peligroso” y que “no ayuda a la producción de energéticos en el país”.

Sin embargo, Pech indicó que no hay otro método de extracción que pueda elevar la producción de gas seco en el país que no sea el fracking.

Es una actividad que tiene fuerte impacto en el ecosistema: Riojas

De acuerdo con el académico de la Universidad Iberoamericana, Javier Riojas, este método de extracción de hidrocarburos llamada fracking, es de un alto impacto al ecosistema, pues provoca contaminación de agua, tierra y aire.

Explicó que por las grandes cantidades de agua que utilizan, normalmente dejan sin agua a las comunidades aledañas a la zona, generan escasez o un abasto del líquido contaminado.

El especialista precisó que además hay una alta contaminación de ruido -por el impacto al fracturar la roca-, emisión de gases al ambiente y un gran número de pasivos ambientales (residuos contaminantes) de difícil manejo, que al dejarlos esparcidos también contaminan el ambiente.

Riojas alertó que, como toda actividad minera, impacta al ecosistema y Aclaró que hasta el momento no se ha comprobado que este método provoque sismos, aunque algunos países estudian esta posibilidad.

Por otra parte, Miriam Grunstein, académica asociada del Centro México de Rice University, explicó que aunque este método ayuda a la explotación del recurso natural (el gas), y aumenta la producción de los energéticos, “existe la posibilidad de que al momento de fracturar los campos, si no se realiza de manera cuidadosa, el metano se fusione con el agua; en caso de que ésto pase podríamos llegar a tener agua con gas, y el agua del país ya no sería limpia, quedaría envenenada”, apuntó.

Grunstein explicó que este problema ya se ha presentado en Estados Unidos y en Australia, y podría llegar a provocar la muerte en caso agua sea tomada por el ser humano; por ello, la necesidad de que el fracking se haga de la forma más cuidadosa.

Juan Ángel Espinosa