Foto: Especial En los dos años que lleva al servicio del Estado Mayor Presidencial, es la segunda vez que presenta una falla en el mismo componente electrónico  

De concretarse su venta, anunciada por el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, el avión presidencial José María Morelos (TP01) tendría una turbulenta despedida, pues en uno de sus últimos vuelos internacionales quedó varado en Nueva York, y tuvo que utilizarse de emergencia el TP02, con más de 30 años de servicio.

En contraste, el 19 de septiembre pasado , el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, quedó varado por cuatro horas, pero en una sala de espera del aeropuerto de Huatulco, porque su vuelo comercial no pudo despegar a causa de las lluvias.

El Boeing 787-8 Dreamliner (TP01), estrenado por la Presidencia de la República en febrero de 2016, despegó del Hangar Presidencial, en la Ciudad de México, a las 17:00 horas del 23 de septiembre pasado y llegó a las 22:00 horas al aeropuerto John F. Kennedy, de Nueva York.

Al aterrizar, y ya cuando el presidente Enrique Peña Nieto se había retirado a su lugar de pernocta, un grupo de agentes de la Policía de Nueva York subió al TP01 y se mantuvo por más de una hora dentro de la aeronave.

La explicación de la Presidencia de la República fue que ingresaron al avión presidencial para facilitar los trámites migratorios de la delegación que acompañó al mandatario mexicano en su última visita a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El lunes 24 de septiembre, según registros de vuelo, el avión José María Morelos sobrevoló los alrededores de Nueva York; sin embargo, fue hasta las 20:30 del miércoles 26 de septiembre que los representantes de los medios que comunicación, que acompañaron al mandatario, fueron informados de que la aeronave tuvo una falla en una de las tarjetas de la computadora de vuelo.

En los dos años que lleva al servicio del Estado Mayor Presidencial, es la segunda vez que presenta una falla en el mismo componente electrónico; la primera, fue el 23 de julio, cuando el presidente Peña se dirigía a Puerto Vallarta, y también de emergencia tuvo que ser remplazado por el TP02, denominado Presidente Juárez.

El miércoles pasado, el TP02 fue enviado desde la Ciudad de México a Nueva York para que transportará al mandatario, la delegación e integrantes de los medios de comunicación de regreso a la capital del país.

El regreso en el TP01 estaba planeado a las 21:30 horas desde el aeropuerto John F. Kennedy. Con la falla en el componente electrónico, el vuelo en el TP02 salió hasta la 1:00 horas del 27 de septiembre.

Las actividades del presidente Peña Nieto terminaron después de las 21:00 horas, por lo que estuvo poco más de cuatro horas varado en Nueva York. En ese tiempo desarrolló actividades privadas, se dirigió a cenar y llegó a escasos 10 minutos de que despegara el Presidente Juárez.

Entre el personal de la Coordinación de Transportes Áreos del Estado Mayor Presidencial existe un clima de incertidumbre ante la eventual venta de toda su flota de helicópteros y aeronaves, así como la desaparición de esa institución.

Sin embargo, a dos meses de dejar el cargo y con un solo viaje internacional pendiente (que todavía no está confirmado) a mediados de noviembre, el Presidente lució relajado.

Incluso, a pesar de la falla que sufrió el TP02, durante el trayecto de regreso a México el Presidente se acercó a las parte donde viajaban los medios de comunicación, y con su celular tomó fotografías de los periodistas dormidos, sin que la mayoría se percatara de su presencia.

De no confirmarse el viaje a Guatemala del presidente Peña Nieto a mediados de noviembre, el vuelo de ida a Nueva York, con todo y su descompostura, habría sido la despedida del avión presidencial.

LEG