Foto: Cuartoscuro El acuerdo fue signado en privado, y a cambio de que los estudiantes vuelvan a las aulas el próximo lunes  

Con el fin de dar fin al conflicto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, asistió ayer al Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco para dialogar con los estudiantes.

 

Ésta es la primera vez que un rector de la Máxima Casa de Estudios acude a un plantel universitario en pleno paro de actividades.

 

Durante esa reunión, Graue Wiechers solamente aceptó los nueve puntos del pliego petitorio. Más tarde, en una reunión privada, realizó la firma de los nueve puntos, a cambio de que se reanuden las clases el 17 de septiembre próximo.

 

Alrededor de las 13:00 horas de este miércoles, y en medio de gritos de apoyo y Goyas, el rector se presentó ante la Asamblea General del CCH Azcapotzalco, donde se concentraban más de 500 estudiantes, profesores y padres de familia.

 

Una vez dentro del plantel, ocupó su lugar en una mesa en el centro de la explanada para dar lectura a cada una de las demandas del alumnado.

 

Entre los puntos principales aceptados destacan la correcta asignación de docentes a cada asignatura, acorde con el número de grupos y salones en ambos turnos, así como dar solución a los problemas de acoso y de seguridad contra los miembros de la comunidad universitaria.

 

El rector también se comprometió a realizar las acciones necesarias para la desarticulación, destitución y expulsión de la universidad de grupos porriles y aquellas personas que los subsidien, promuevan y protejan; además de garantizar que no existirá represalia alguna en contra de los participantes en el movimiento estudiantil.

 

Cruzan gritos

Antes de que concluyera el diálogo, una madre de familia reclamó al rector que todo era una simulación: “¡Son puras mamadas!”, gritó la mujer al rector quien, en respuesta dijo: “Así no se puede dialogar”, para luego ponerse de pie y abandonar el plantel 40 minutos después de haber llegado, sin firmar el pliego petitorio.

 

“¡Que no se vaya, que no se vaya!”; “¡Que firme el pliego!”, fueron algunas consignas.

 

A la salida del CCH, un grupo de jóvenes vestidos de negro y con el rostro cubierto comenzó a gritar: “¡Fuera Graue, fuera Graue!”, mientras lanzaba proyectiles, incluida una piedra, que no dieron en el blanco.

 

La firma del acuerdo ocurrió por la tarde en la Torre de Rectoría, donde llegó una comisión de estudiantes después de la reunión que sostuvo en el plantel de Azcapotzalco.

 

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