Foto: Reuters/archivo Aprueban la propiedad privada y sientan las bases para legalizar las bodas gay  

El Parlamento de Cuba concluyó ayer dos días de debate y avaló el anteproyecto de reforma de su Constitución en el que destacan la eliminación de las referencias al comunismo, el reconocimiento de la propiedad privada, la institución de un primer ministro y la modificación de la definición de matrimonio, lo que abre las puertas a los enlaces homosexuales.

El anteproyecto modifica 113 artículos, añade 87 y elimina 11 respecto a la actual Constitución que data de 1976 para adaptar el nuevo texto a la realidad económica, política y social de Cuba y la comunidad internacional, explicó el secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta, en un discurso retransmitido por la televisión estatal cubana.

En el ámbito económico, el nuevo texto plantea el “socialismo” como política de Estado, en contraste con el texto vigente que en su artículo 5 consigna el “avance hacia la sociedad comunista”.

Además, el artículo 21 de la nueva Constitución reconoce “otras formas de propiedad como la cooperativa, la propiedad mixta y la propiedad privada”, lo que también supone un importante cambio respecto al documento de 1976 que solo reconoce la propiedad estatal y la cooperativa agropecuaria.

Asimismo, se admite la inversión extranjera como “una necesidad y un elemento importante del desarrollo”, en un intento de atraer divisas para paliar la endémica crisis económica que atraviesa el país y que podría agravarse si aumenta la inestabilidad en Venezuela, su principal socio y valedor.

En el ámbito político se mantiene el “carácter socialista del sistema político y social” bajo el mando del Partido Comunista de Cuba (único legal) como “fuerza dirigente superior”, pero se crea de la figura del presidente de la República, jefe del Estado que deberá asumir el cargo con menos de 60 años y limitar su mandato a un máximo de una década, así como el nuevo puesto de primer ministro para liderar el Consejo de Ministros, máximo órgano ejecutivo del Estado.

La Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento unicameral) también abordó el matrimonio igualitario, que sienta las bases para legalizar las bodas gay, lo que representa un avance en la política de la isla, que arrastra décadas de discriminación contra los homosexuales y es que en la década de los sesentas, tras el triunfo de la Revolución, se internaba a la población gay en centrros donde realizaban trabajos forzados.

Los más de 600 diputados evaluaron al inicio de la sesión de ayer -televisada por la cadena estatal cubana- la unión de parejas sin discriminaciones de género, propuesta recogida en el artículo 68 del anteproyecto constitucional.

“Con esta propuesta de regulación constitucional, Cuba se sitúa entre los países de vanguardia, en el reconocimiento y la garantía de los Derechos Humanos”, expresó la diputada Mariela Castro, hija del ex presidente Raúl Castro, una de las principales promotoras del reconocimiento de los derechos de la comunidad LGTBI en la isla.

Este punto, referido al artículo 68 que aborda la unión consensuada entre dos personas, generó un activo debate en la reunión parlamentaria del domingo, que también tuvo en cuenta a la descendencia de las parejas del mismo sexo, ya sea por adopción o por reproducción asistida.

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