foto: 24 horas En días recientes, afirmó que acudió a Chiapas a entregar una carta al Ejército Zapatista de Liberación Nacional en la que López Obrador se decía dispuesto al diálogo  

José Alejandro Solalinde Guerra, director del albergue de migrantes “Hermanos en el Camino”, en ciudad Ixtepec, Oaxaca, afirmó que no se debe olvidar el momento que estamos viviendo en México.

No basta, dijo, con haber votado por el cambio (en las elecciones pasadas y tener un nuevo gobierno de izquierda), sino que se requiere la participación de todos, del color que sean, en las mesas de pacificación.

En una entrevista con 24 HORAS, el padre y activista –quien declinó la invitación de Andrés Manuel López Obrador, virtual Presidente electo, para encabezar la Comisión Nacional de Derechos Humanos porque no se veía como funcionario–, dijo que él sólo es un asesor voluntario y se autodenominó un sacerdote itinerante.

En días recientes, afirmó que acudió a Chiapas a entregar una carta al Ejército Zapatista de Liberación Nacional en la que López Obrador se decía dispuesto al diálogo, lo cual fue desmentido por el EZLN mediante un comunicado.

¿En qué consiste su participación en la nueva administración encabezada por López Obrador?

-Solamente como asesor voluntario, no formo parte del gabinete, soy sólo asesor voluntario y ellos me aceptan como autoridad moral, sólo eso. Mientras ellos me sigan aceptando así, yo estoy encantado en participar.

 

¿Va a poder llevar a cabo las dos actividades, la de sacerdote y asesor?

-Lo que yo hago es iglesia. La parroquia no es nada más estar diciendo las misas. Los de las parroquias, ellos atienden el servicio religioso sacramental, pero como yo soy muy itinerante, acompaño todo lo que es derechos humanos, cualquier causa noble, incluso en la transformación de México ahí estoy yo, porque la democracia es un derecho. Cuando yo voy con Andrés Manuel estoy ahí como asesor, yo no me quito el traje de sacerdote, la gente me reconoce como una autoridad moral.

 

¿En qué temas estará asesorando?

 

-Estaré participando en todo, hasta donde yo dé mi capacidad, mi voluntad de lucha. Hay áreas donde estoy acompañando, especialmente como en migración y derechos humanos. Estaré acompañando en lo que se refiere a economía solidaría y proyectos productivos. También en la mesa de educación pública; ya estará lista la convocaría para que participen todas las partes interesadas.

El (virtual) Presidente electo quiere que todo se consulte, absolutamente todo, y que todo avance por consensos. Él no quiere posiciones, ni agandalles, nada de eso, ni mayoriteos.

 

¿Su asesoramiento va a ser para todo el sexenio?

 

-Va a ser por México, mientras ellos necesiten de mi asesoría, lo haré.

 

¿Cuál es su acercamiento con el partido Morena?

 

-Yo nunca he sido de ningún partido y no voy a serlo. Yo me debo a todo. La misma preocupación y cariño puedo sentir por el PRI, el PAN, el PRD, Movimiento Ciudadano, cualquiera partido. A Jesús no le importa una parte sino todas y a todos.

Tuve dos cuestiones muy felices en ese sentido, una cuando Andrés Manuel, en una reunión con el gabinete, les dijo que él va a gobernar para todos y no solamente para los de Morena. Y la otra fue con Tatiana Clouthier, cuando tuvimos un encuentro en Gobernación.

Alguien por ahí mencionó algo de Morena, y Tatiana dijo: “nosotros no somos ya de Morena. Morena es del partido de los morenos. Ellos tienen que organizarse, tienen a su presidenta. Nosotros somos gobierno y no podemos gobernar para los morenos, nos debemos para todos”.

 

¿Va a percibir un salario como asesor?

 

-No, jamás. Quiero decirles que me siento muy orgulloso, no sabe, todo lo que ven que estoy haciendo por todos lados, es con dinero de mi familia, de la ayuda de mi familia, también cuando me traslado, el viaje, el transporte, la comida; siempre llego a un hotel o a un domicilio particular. Puedo hacer muchísimas cosas sin dinero.

 

¿Va a seguir al frente de la Iglesia?

 

-Sí, por supuesto, yo no he dejado eso. Soy sacerdote y director de “Hermanos en el Camino”. Eso sí, voy a seguir con mi vida itinerante porque hay algo que la gente no entiende, el por qué el padre Solalinde tiene que estar en todo.

Yo no busco las misiones, me invitan a mí, y yo como misionero digo sí, sí puedo esto; esto no lo puedo.

Si está en mi mano acompañar, yo me desvivo por ese servicio, mi misión no es residencial de estar en una parroquia, sino de misionero itinerante para estar con todas las realidades en cualquier parte de México, e igual, de cualquier parte del mundo donde me llamen.

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