Foto: Cuartoscuro El Estado Mayor Presidencial, en la actualidad, está conformado por 20% de mujeres, lo cual demuestra su avance en cuanto a equidad de género  

La seguridad de un Jefe de Estado no es un asunto meramente personal, sino un tema de Seguridad Nacional. Si algo le sucede, puede generar crisis en toda una nación; por eso el hecho debe tratarse con seriedad y responsabilidad.

 

En México, la institución encargada de la seguridad del Presidente y de la mayoría de los Jefes de Estado que nos visitan -por ejemplo, el Papa- es el Estado Mayor Presidencial, que tiene sus orígenes desde la Independencia, pero que se actualiza al paso de los años.

 

Se trata de un organismo técnico militar, no de una corporación de “guaruras”, como se les llama despectivamente a los guardaespaldas o escoltas.

 

La flota aérea de la Presidencia de la República se encuentra a cargo del Estado Mayor Presidencial por una simple razón: no sólo garantiza su seguridad, sino también su movilidad. Van dos ejemplos:

 

En este momento, el promedio de traslado de la casa del próximo Presidente a Palacio Nacional es de aproximadamente dos horas, con el tráfico normal, y para que haga menos tiempo se requiere de cortes viales, lo cual causa molestias y contratiempos a la ciudadanía. Efectuar estos operativos sería regresar a aquellos tiempos en que un grupo de motociclistas abría paso al mandatario. La otra opción sería usar un helicóptero y buscar un helipuerto cerca de la casa del próximo mandatario.

 

El Estado Mayor también tiene a su cargo el mantenimiento y operación del famoso avión presidencial, el cual no sólo es utilizado para contar con un mayor control de la seguridad del mandatario, sino para poder atender a las emergencias.

 

El 19 de septiembre, el Presidente iba a Oaxaca para supervisar la ayuda a los afectados por el terremoto del 7 de septiembre. Los pilotos del avión presidencial avisaron al Jefe del Ejecutivo que había ocurrido un sismo en la Ciudad de México, y en pleno vuelo, por instrucción del Presidente, regresaron a la capital con el fin de atender la emergencia.

 

De haber ido en un avión comercial, hubiera tenido que continuar el vuelo, bajar con los demás pasajeros y esperar otro vuelo o pagar un chárter, con todo lo que esto implica.

 

El organismo pertenece al Consejo de Seguridad Nacional, integrado por personal del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada de México, fuerzas de los organismos de Seguridad Pública federal y de la Ciudad de México; además, integra a civiles especialistas en diversas áreas, lo que permite un engranaje de actividades de seguridad, inteligencia y contrainteligencia, logística, organización y protocolo.

 

Como parte de su evolución y adaptación a las nuevas realidades de seguridad que enfrenta el país, al comenzar el siglo XXI se proyectó una Administración Estratégica, que se integró al Plan Estratégico del EMP, el Programa Especial de Seguridad Presidencial y la Rendición de Cuentas, bajo el eje de valores y virtudes que promueve su Código de Conducta, por lo cual la administración y planeación estratégica son elementos de la seguridad presidencial.

 

Como parte de su modernización, ha avanzado en la equidad de igualdad de género poco a poco; actualmente 20% de sus integrantes son mujeres, y va en aumento.

 

Hoy este organismo se encuentra inserto en el Sistema de Gestión de Calidad bajo la norma ISO 9001-2015, y ha obtenido la certificación desde el año 2015. El 15 de diciembre consiguió la última certificación con vigencia al 15 de diciembre de 2020.

 

Por lo pronto, ahí radica la incertidumbre de ellos y sus familias, pues al ser integrados al Ejército, muchos habrían de mudarse, los niños tendrían que dejar escuelas y amigos, en espera del nuevo lugar de trabajo del padre o madre… Cambiaría de tajo la vida de mil 298 elementos.

EL ESTADO MAYOR PRESIDENCIAL, en la actualidad, está conformado por 20% de mujeres, lo cual demuestra su avance en cuanto a equidad de género.