Por racismo e inexperiencia, Trump crea crisis humanitaria

@GregorioMeraz1

DESDE WASHINGTON.- El Presidente Donald Trump lucha este lunes por solucionar la Crisis Humanitaria causada por la implementación de su “Política de Cero Tolerancia” contra el cruce ilegal, repudiada en el mundo entero por la cruel e inhumana separación de sus padres de 2,500 a 3,000 niños entre 6 meses y 15 años de edad, durante ya más de 30 días.

Bajo esta agresiva política -rechazada en marchas y eventos en 140 ciudades, con demandas civiles y condenada de la ONU al Vaticano- Kirstjen Nielsen, Secretaria de Seguridad Interna y el Procurador General Jeff Sessions– advirtieron que “indocumentados que regresen a EU cometen un delito” que debe ser  juzgado y castigado antes de deportarlos, mientras sus hijos menores son entregados al Departamento de Salud, que los distribuye en orfelinatos o casas hogar donde podrían ser adoptados.

La tormenta política generada por la separación de casi 3,000 familias, fue repudiada también CEOs de empresas como Apple, Google, Uber, Airbnb, Facebook, Chobani, Tesla Cisco, así como por la Cámara de Comercio de Estados Unidos o Microsoft y aerolíneas, que informaron a ICE “no estar dispuestas a que sus servicios sean parte del abuso de niños” de la administración Trump, que este fin de semana en un evento en su Casino de Las Vegas, NV, adoptó como tema central para las elecciones de Medio Termino, de noviembre, políticas migratorias de línea dura.

Por esas políticas el Consejo Especial de Derechos Humanos de la ONU, condenó a Estados Unidos, que en respuesta se retiró de ese órgano, al que Trump acusa de ser “protector de derechos humanos de abusadores y actuar con parcialidad”.

“Retirarse del Consejo de Derechos Humanos de la ONU es  muestra de que esta administración busca más debilitar las instituciones que no le gustan y de las que no quiere cumplir obligaciones y pelear, mientras hace tratos con autócratas a costa de los intereses nacionales” dice el analista Ted Piconne, de la Institución Brookings.

Mientras enfrenta la creciente guerra comercial con China, México, Canadá y la Unión Europea, avances en la Investigación del Rusiagate, acusaciones contra Wilbur Ross y Ryan Zinke, integrantes de su gabinete; la posibilidad de que Paul Manafort su exjefe de Campaña ahora encarcelado y su ex-abogado Michael Cohen, agobiado por gastos de su defensa cooperen con el Fiscal Robert Mueller.

Expertos consideran que con esta crisis humanitaria Trump muestra otro aspecto de su política “Primero América” en la que da prioridad al fortalecimiento y posicionamiento de la raza blanca, mientras se opone a la inmigración de Latinos indocumentados que considera“negativa”, porque dice que “aumenta el crimen, consumo de drogas y violaciones poniendo en riesgo la seguridad de los ciudadanos de este país”.

En 2016 Trump obtuvo apoyo de radicales “nacionalistas” que se identifican con él y lo consideran la “última oportunidad de que la raza blanca recupere el control del país”, atacando la inmigración de Latinos, con lo que espera asegurar la mayoría republicana en el Congreso.

Y culpa a los demócratas de impedirle actuar para cambiar políticas migratorias actuales, a pesar de que la ultima encuesta de Gallup señala que 75% de estadounidenses considera que la inmigración es positiva en múltiples sentidos.

Por eso la política de Cero Tolerancia que al anunciarla fue calificada por el Procurador Jeff Sessions como “una medida para disuadir a migrantes indocumentados”.

Kristjen Nielsen, Secretaria de Seguridad Interna, advirtió que  la separación de los hijos será “consecuencia violar las leyes migratorias”.

“No nos disculparemos por el trabajo que hacemos o el que realizan corporaciones policiacas, tampoco por hacer el trabajo que el pueblo estadounidense espera que hagamos” dijo Nielsen el lunes pasado.

En 14 ocasiones, cambiaron la justificación de su política y luego se contradijeron diciendo que “nunca tuvieron la intención de separar familias”.

Durante la semana pasada en diferentes eventos hasta el más reciente en Las Vegas, el presidente Trump defendió las condiciones de detención de familias migrantes, con la intención de cambiar la narrativa.

Cuando creyeron conseguirlo, el demócrata Bob Menéndez, Senador Demócrata por New Jersey, hizo escuchar en el pleno del Senado una grabación con el llanto desesperado y desgarrador de niños de 2 a 9 años de edad, implorando ser llevados con sus padres.

Igual el Congresista demócrata por California Ted Lieu a pesar de la oposición de la republicana Karen Handel que presidia la sesión del Pleno de la Camara Baja, lo que le dio un rostro a la crisis humanitaria y cambio el tono del debate.

Al ver el impacto de la grabación y videos de niños y jóvenes hacinados en jaulas que dieron la vuelta al mundo levantando una ola generalizada de repudio, el Presidente Trump y sus asesores se vieron obligados a retroceder, suspendiendo esa política, con una orden Ejecutiva.

Antes de la política de “Cero Tolerancia” estaba en práctica la política “Catch and Release” o “capturar y liberar” con la que ICE (Inmigración y Aduanas) entrevistaba a solicitantes de asilo político de Centroamérica, tomaba sus datos, les colocaba un grillete electrónico para asegurar que fueran a la Corte de Inmigración a justificar su petición y los dejaba en libertad.

La indignación llevó a grupos de personas a abuchear a la Secretaria Nielsen, de Seguridad Interna, cuando cenaba en el restaurante mexicano DCMX, cerca de la Casa Blanca.

Al asesor presidencial Stephen Miller autor de esta política, le pidieron abandonar el restaurante en que cenaba en New York igual que a Sarah Huckabee, cuando comía con su familia en el Restaurante Red Hen, en Lexington, Virginia que votó en su mayoría por los demócratas.

“La Cero Tolerancia es un caos de derechos humanos y el presidente debe limpiarlo y despedir a la gente responsable de esto” dijo el Congresista republicano Mike Coffman, de Colorado, pidiendo a Trump la destitución de Stephen Miller el principal artífice de la política racista y antiinmigrante.

El presidente Trump “decidió resolver la situación”. El martes se traslado al Capitolio para negociar iniciativas de migración que pudieran ser sometidas a votación en un día, para que las firmara el jueves.

El miércoles invitó a congresistas a la Casa Blanca donde en lugar del apoyo que esperaba, encontró mas resistencia.

El republicano Mark Sandford, de Carolina del Norte crítico de Trump, reveló que en la reunión, el Presidente les advirtió que “quien se meta con él, pagará las consecuencias”. Habiendo perdido en las elecciones primarias, Sanford es ejemplo de ello, por lo que todos evitan correr la misma suerte.

Ese día, bajo intensa presión, críticas, su limitada visión y experiencia ordenó elaborar en cuestión de horas, una Orden Ejecutiva con elementos necesarios para una Amplia Reforma Migratoria a lo que se oponían John Kelly, Jefe de Gabinete y el Asesor John Mc Gahn, aumentando el antagonismo con Stephen Miller, a quien se culpa del caos por la separación familiar.

Al mediodía el presidente firmó la orden, atribuyéndose el crédito de “aliviar” el desastre humanitario que él mismo creó.

“Estamos firmando una Orden Ejecutiva que considero muy importante para mantener a las familias unidas mientras nos aseguramos de tener una frontera fuerte y segura” dijo.

Para respaldarla, pidió al Departamento de Justicia solicitar de urgencia a una Corte Federal de California, un permiso para revertir un acuerdo de 1997 conocido como “Flores Vs. Reno”, que prohíbe a las autoridades migratorias detener a menores de edad por más de 20 días, lo que no consiguió. Por ello, expertos analizan la legalidad de la orden que, lejos de aliviar la presión, creó confusión masiva en las fronteras y entre las agencias federales donde surgieron cuestionamientos y errores.

Por la premura con que se abordó la suspensión omitieron la forma de reunificar a 2,500 familias ya separadas, propiciando que agentes migratorios ya no consignaran a indocumentado y a sus hijos al Departamento de Justicia, liberándolos en las cortes, sin presentar cargos contra ellos, lo que irritó a la Casa Blanca, que ha sostenido reuniones diarias para determinar la reunificación de familias.

Menos de 500 menores han sido reincorporados a sus familias hasta el momento.

Feliz por una encuesta de CNN que le da 40% de confianza de la población, y al Fiscal Robert Mueller sólo 32%, por las acusaciones contra el FBI y contra su equipo, en el que Trump afirma “los investigadores no son imparciales”, confirmó al presidente que prolongar conflictos en lugar de resolverlos, lleva a los medios de comunicación a dejar de cubrirlos, diluyendo su efecto, como ocurrió con su entrevista con Kim Jung un.

Por eso, continúa desafiante en defensa de sus políticas de seguridad fronteriza, mientras el Departamento de Salud que recibió a pequeños en custodia, da números telefónicos a los que los migrantes detenidos no pueden llamar por la falta de acceso a teléfonos y centros de detención, a los que prohíbe el acceso de Legisladores Federales, abogados de los migrantes y ONGs, aumentando el caos existente, lo que busca resolver la Unión Americana de Libertades Civiles, ACLU, con un juicio masivo contra la separación familiar.

Al firmar su Orden Ejecutiva el presidente Trump dijo que “apoyaría 1,000% una iniciativa del Congresista Bob Goodlatte que incluyera:

1.- Eliminación de la Lotería de Visas en todos los países y fin de la emisión de Visas a familiares de residentes y ciudadanos.
2.- Autorización de la Construcción del Muro Fronterizo.
3.- Contratación de 5,000 agentes mas para la Patrulla Fronteriza
4.- Renovación por 3 años mas  del estatus legal de los Dreamers.
5.- Permitir a los Indocumentados detenidos mantener con ellos a sus hijos.

Pero la iniciativa, no tuvo votos suficientes.

Entonces, los Republicanos presentaron una iniciativa alterna mas moderada que incluía:

1.- Mantener a las Familias bajo custodia Unidas
2.- Camino a la Ciudadanía de DREAMERS.
3.- Eliminación de la Lotería de Visas y Terminar la emisión de visas familiares.
4.- 25 mil millones de dólares para el Muro y Seguridad Fronteriza.
5.- 7 mil millones de dólares para Expandir los Centros de Detención Familiar, del Depto. de Seguridad Interna.

Que no fue del agrado del presidente Trump, quien traicionando la confianza de los republicanos, mató el proyecto con un tuit.

Les recomendó a los republicanos “no perder el tiempo en temas migratorios hasta después de las elecciones de noviembre… después de la marea roja”, que cada día parece mas difícil, por lo que congresistas de su partido, están preocupados por su reelección y planean verlo en los próximos días.

Esto vino a complicar más los problemas del Presidente que ya enfrenta la guerra comercial en la que impuso a China nuevas tarifas, causando “absoluta confusión” del gobierno de ese país, además de tarifas de la Unión Europea por 300 mil millones de dólares en represalia por aranceles a sus exportaciones de Acero y Aluminio, a lo que Trump planea responder con impuestos adicionales a las importaciones de carros de lujo alemanes, aumentando la tensión, lo que ya genera perdidas a agricultores y algunas empresas.

El gabinete de Trump también enfrenta acusaciones contra Wilbur Ross, su Secretario de Comercio quien aseguran que mintió a la Oficina de Ética del Gobierno, sobre sus acciones en Invesco, empresa naviera que manejaba antes de ocupar su cargo y sobre la venta de acciones de Ross hasta por 25 millones de dólares en Navigator Holdings, empresa de carga marítima que trabajo para una firma Rusa de energía ligada a un oligarca Ruso que enfrenta sanciones del Departamento del Tesoro y esta ligado al presidente Vladimir Putin, así como cargos contra Ryan Zinke, Secretario del Interior, a quien acusan de estar involucrado en un proyecto en su natal Montana, de la empresa Halliburton.

En la Investigación de la Injerencia Rusa, Trump sigue de cerca la posible cooperación de Paul Manafort, su exjefe de Campaña, ahora encarcelado, lo que también podría hacer Michael Cohen, sin ex-abogado personal, a quien el pago de abogados para su defensa, lo sumieron en una crisis financiera.

Además, Mueller esta programando para septiembre la sentencia de George Papadopulos, ex-asesor de Política Externa del Comité de Campana de Trump, quien comentó al diplomático Australiano Alexander Downer, que los rusos estaban ofreciendo a Trump material potencialmente dañino de Hillary Clinton. Papadopulos ya coopera con la Fiscalía.

Lo que no influye en los planes del presidente de Estados Unidos, quien envió a su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton a Moscú, en preparación de su encuentro con el presidente Ruso Vladimir Putin, después de que asista a la cumbre de la OTAN el 11 y 12 de julio en Bruselas, Bélgica.

Alista reunión con Putin  

La polémica por su política antiinmigrante vino a complicar más los problemas del presidente Donald Trump que ya enfrenta la guerra comercial en la que impuso a China nuevas tarifas, causando “absoluta confusión” del gobierno de ese país, además de tarifas de la Unión Europea por 300 mil millones de dólares en represalia por aranceles a sus exportaciones de acero y aluminio, a lo que Trump planea responder con impuestos adicionales a las importaciones de carros de lujo alemanes, aumentando la tensión, lo que ya genera perdidas a agricultores y algunas empresas.

El gabinete de Trump también enfrenta acusaciones contra Wilbur Ross, su Secretario de Comercio, por mentir a la Oficina de Ética del Gobierno sobre sus vínculos con empresas rusas.

En la investigación del Rusiagate, Trump sigue de cerca la posible cooperación de Paul Manafort, su ex jefe de campaña, ahora encarcelado, lo que también podría hacer Michael Cohen, su ex abogado personal.

Además, Mueller está programando para septiembre la sentencia de George Papadopoulos, ex asesor de Política Externa del Comité de campaña de Trump.

Lo que no influye en los planes de Trump, quien envió a su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton a Moscú, en preparación de su encuentro con el Presidente ruso Vladimir Putin, después de que asista a la cumbre de la OTAN el 11 y 12 de julio en Bruselas, Bélgica.