Desde finales de mayo se ha venido enrareciendo la relación comercial entre México y Estados Unidos, la cual ha estado afectando, sin duda, parte del movimiento de depreciación del peso mexicano y las inversiones directas a nuestra nación.

Por un lado, se estancaron las negociaciones del TLCAN, que podría tener varios escenarios. Uno de ellos sería que conforme se acerque en mayor plenitud el proceso electoral intermedio en Estados Unidos, el presidente Donald Trump tomará seguramente una posición más radical, y ante ello no descartemos una posición de “salida” del tratado, aunque al final no se lleve a cabo, la incertidumbre prevalecería. Otra posibilidad será que entre en un “compás de espera” con riesgos de que sean otros los funcionarios que le den seguimiento en el caso de México. Al final, también sería negativo para el tipo de cambio.

Por otro lado, Estados Unidos dio inicio a la investigación sobre un posible impuesto a la importación de vehículos, lo que de ser favorable, llevaría a un incremento de 25% por impuestos y seguramente perjudicaría gran parte de 25% de las exportaciones mexicanas que involucran a autos, camiones de reparto, autopartes y tractores.

Existe un tema de imposición de aranceles entre los dos países. Por parte de la Unión Americana de 25% al acero y 10% al aluminio, mientras que nuestra nación lo hizo en 20% a las importaciones de diferentes tipos de carne de cerdo (y 15% a embutidos de puerco), así como a manzanas, arándanos y papas estadounidenses, además de aranceles de entre 20% y 25% sobre varios tipos de quesos y whisky.

México ya solicitó ante la OMC la revisión de los aranceles al acero y aluminio, aunque la decisión llevará tiempo.

Como si fueran pocos temas, hay que sumarle ahora el estatus de Canadá y Estados Unidos después del G7 con el señalamiento de Donald Trump hacia el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Hoy, el intercambio comercial de los últimos 12 meses medidos a abril de 2018 asciende a 576 mil millones de dólares con un superávit de México por 72 mil millones de dólares.

Peso mexicano sigue sensible

Durante junio el peso mexicano se ha depreciado 3.2%, con lo que en el año 2018 registra una pérdida de 5.4% al situarse al cierre de operaciones en 20.71 en el mercado interbancario. Desde su nivel mínimo de abril en 17.93 y hasta la fecha ha presentado una pérdida de 15.5%.

Al tema de incertidumbre sobre el futuro del TLCAN, el proceso electoral, el movimiento del billete verde contra el resto de las divisas en las últimas siete semanas, se suma la posición ya negativa en contra del peso mexicano en los futuros no comerciales en Chicago y la tenencia de extranjeros en los mercados, especialmente en el de deuda, que tiene un movimiento marginal positivo de 1.1% en el año, pero en los últimos 12 meses ya con una salida de mil 131 millones de dólares.

Ya haremos un seguimiento más puntual en nuestra siguiente columna.

Juan Ángel Espinosa