Foto: EFE "Las sanciones son perjudiciales para todos y es en interés de todos que se levanten"  

VIENA.- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aprovechó hoy una visita de trabajo a Austria, uno de los países occidentales más favorables a Moscú, para tantear una paulatina normalización de sus relaciones con la Unión Europea.

“Estamos totalmente abiertos a trabajar junto a Europa”, declaró Putin en una rueda de prensa en Viena junto a su homólogo austríaco, Alexander Van der Bellen.

Al mismo tiempo, aseguró que las sanciones económicas y diplomáticas de la UE contra su país dañan a todos y ha llegado el momento de eliminarlas.

“Las sanciones son perjudiciales para todos y es en interés de todos que se levanten”, dijo Putin en relación a las medidas punitivas impuestas por la UE y otros países occidentales tras la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea en 2014.

Según el presidente ruso, su país mantuvo hasta el pasado reciente una veintena de mecanismos de cooperación y diálogo con Europa, que se encuentran suspendidos por las sanciones.

Putin lamentó que la cooperación con la UE lleve años “prácticamente congelada”, aunque destacó que Moscú está “abierto y preparado” para recuperar el trabajo conjunto.

“Recuperar el pleno formato de nuestra cooperación no es solo interés de Rusia, sino también de nuestros amigos europeos”, agregó Putin, según la traducción simultánea al alemán de sus declaraciones ante la prensa.

Pese a su mensaje conciliador, Putin sostuvo que la economía de su país ha conseguido superar el efecto dañino de las sanciones y recalcó que los culpables de congelar las relaciones son los europeos.

“No somos nosotros quienes han reducido la cooperación”, afirmó el presidente ruso.

En una entrevista con la televisión austríaca antes de su visita, Putin ya había mostrado su tono apaciguador al afirmar que no buscaba “dividir a la UE“: “Cuantos más problemas tenga Europa, mayores son nuestros riesgos e incertidumbres”, dijo.

El primer viaje al exterior desde que Putin asumió su cuarto mandado presidencial el mes pasado le ha llevado a Austria, cuyo Gobierno asume el mes de que viene la presidencia semestral de la UE y tiene cierta comprensión hacia Moscú.

El canciller federal, el joven democristiano Sebastian Kurz, destacó hoy que Austria es un miembro “activo” de la UE y, como tal, “ha participado en las sanciones” contra Rusia.

Sin embargo, se mostró esperanzado en que haya un acercamiento entre la UE y Rusia mediante “un diálogo reforzado”.

“Esperamos también que haya avances en el este de Ucrania para que, según los acuerdos de Minsk, se puedan ir levantando las sanciones”, destacó el canciller austríaco en una declaración a la prensa junto a Putin.

“Creemos que es mejor una situación en la que ganemos todos que otra en la que perdamos todos”, añadió Kurz.

“En ese sentido no solo nos vamos a esforzar para fortalecer nuestras tradicionalmente buenas relaciones bilaterales, sino que también trabajaremos para mejorar la relación entre la UE y Rusia”, concluyó el jefe del Ejecutivo austríaco.

El pasado fin de semana, su “número dos” en el Gobierno, el ultraderechista Heinz Christian Strache, exigió que se levanten las sanciones a Rusia, que calificó de “molestas”.

A diferencia de la mayoría de los países de la UE, Austria no expulsó a diplomáticos rusos tras el envenenamiento en Reino Unido del antiguo espía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia.

El Gobierno austríaco justificó su posición por la neutralidad del país y por su política de “tender puentes entre el Este y el Oeste de Europa”.

La visita de Putin a Viena se produjo en medio de fuertes medidas de seguridad, con un dispositivo de cerca de dos mil soldados y policías que cerró el centro de la ciudad.

El motivo oficial de la visita del presidente ruso, que vino acompañado por varios ministros, como el de Exteriores, Serguéi Lavrov, era conmemorar el 50º aniversario de la firma del primer suministro de gas natural a Austria.

Ese contrato de gas firmado en 1968, en plena Guerra Fría, fue el primero entre un país occidental y la Unión Soviética.

Durante esta visita el consorcio petrolero y gasístico austríaco OMV firmó en Viena con el gigante estatal ruso Gazprom una extensión del suministro de gas natural ruso hasta el año 2040.

En ese contexto, Putin destacó hoy la importancia de Austria para el suministro regional de gas natural ruso para el resto de Europa.

Antes de volver por la noche a Moscú, el presidente ruso inaugura junto a Van der Bellen una exposición en el museo de Bellas Artes (KHM) con obras cedidas por la pinacoteca Hermitage de San Petersburgo.

NCG